Kim Taehyung después de la muerte de sus padres se queda con la única persona que no lo dejo, quién diría que había que pagar un precio para ello.
Jeon Jungkook un Alfa puro y él líder de una de las más grandes y poderosas manadas. ¿Quién diría que...
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Taehyung se jaloneo de la Alfa intentando soltarse, su estómago comenzaba a revolverse por las agrias y detestables feromonas de la misma. Cuando intentó gritar fue callado rápidamente por una de las frías manos de la castaña en su boca junto con una navaja filosa que se poso en la corvatura de su cuello, no era tonto, sabía que con un solo movimiento podía acabar con su vida. Sus ojos no tardaron en derramar una que otra lágrima cuando sintió impotencia por la situación, su mente se negaba a pensar con claridad.
Más sin querer quedarse sin hacer nada y sin pensar muy bien en lo que estaba por hacer levantó uno de sus pies para después golpear de manera fuerte una de las rodillas de la castaña que se encontraba detrás de él, la escucho jadear y quejarse por el dolor, antes de sentir el frío metal de la navaja fue cuando retrocedió junto con ella para caer encima de la misma.
Su cuerpo dolió ante el impacto que recibió e intento levantarse de ahí lo más rápido que sus piernas se lo permitieran, pero antes de si quiera buscar el soporte sintió como la navaja rasgaba una parte de su brazo haciéndolo pegar un grito por el dolor, la sangre comenzó a escurrirse manchando su camiseta y sobre todo, asustandolo. Pero antes de poder colocarse de pie por segunda vez soltó un chillido cuando lo tomó por el pelo jaloneandolo y tirandolo de nuevo al piso.
─Maldita sea, quédate quieto.─gruño, Suni al notar las intenciones del otro por levantarse nuevamente fue más rápida y lo apartó de ella en un empujón. Tenía en cuenta el daño que le estaba causando más no le importo en lo más mínimo. ─Todo lo que hemos hecho no será en vano, escoria.
─S-suni, ya p-para.─podía sentir su cuerpo entero doler, y aunque estaba en la residencia de Jeon, lo que la Alfa le estaba haciendo lo transportaba a su estancia en la casa de Chung-ho, cuando tuvo que soportar todos los malos tratos que aguanto por tantos años.
─No sabes cuánto disfruto de esto.─una sonrisa cínica adorno sus labios y Taehyung supo que estaba jodido.
Cerró los ojos cuando la vió caminar con pasos lentos y tortuosos hacia él. Una patada en el vientre fue lo suficientemente fuerte para sacarle un chillido y lanzarlo hasta la pared más cercana, sus orbes no tardaron en llenarse de lágrimas nuevamente cuando su cuerpo impacto contra el duro material, sus labios se mantenían entre abiertos mientras jadeaba en busca de aire. En su mente solo rogaba por la presencia de una persona, ¿se había ido? ¿Lo había dejado solo aún cuando las cosas no parecían ir bien? Jungkook no era ese tipo de persona..o eso quería convencerse.
Sabía que la chica no pararía en un buen rato, el nudo en su garganta y el dolor en su cuerpo no le permitían hacer algo para impedirlo.
Lo peor es que acababa de empezar y ya le dolía todo el cuerpo.
Sollozo en silencio y se encogió ante los golpes que siguieron, hizo el intento de cubrirse. Pero no podía con todo cuando también comenzó a golpearlo en los brazos, piernas, espalda he incluso en el rostro. En todas partes.
