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Dentro del túnel de la tubería, Joe se apoyó contra una de las paredes, su expresión cansada y su mirada perdida en la penumbra.

—No sé nada de Wally, Barry—admitió con un tono de voz quebrado.

Barry, sorprendido por la sinceridad de Joe, se acercó a él y colocó una mano reconfortante en su hombro y le dijo algunas palabras de consuelo, Joe suspiró, pasándose una mano por la cara.

Tras un momento de reflexión, Joe levantó la vista y fijó su atención en Barry.

—Hablando de relaciones complicadas—comenzó con una sonrisa torcida—he notado que andas un poco distraído últimamente, especialmente cuando Badala está cerca. Y todavía tienes sentimientos hacia Iris y estás saliendo con Patty. ¿Qué está pasando?

Barry se mordió el labio inferior, buscando las palabras adecuadas.

—Es complicado, Joe. Badala... hay algo en ella que me atrae, algo que no puedo explicar. Pero también siento algo por Iris, y Patty es increíble. Todo es un lío en mi cabeza—Joe, asintiendo lentamente, aconsejó.

—Barry, tienes que aclarar tus emociones. No es justo para ninguna de ellas, ni para ti mismo, seguir así. No puedes estar con Patty si tienes sentimientos no resueltos por Iris o Badala."

Barry asintió, tomando las palabras de Joe en serio.

—Tienes razón, Joe. Necesito resolver esto, y pronto.

El túnel se llenó de silencio por unos momentos, con ambos hombres perdidos en sus propios pensamientos y emociones. Aunque estaban rodeados de oscuridad, la conversación había traído un poco de claridad a sus vidas.

Pero principalmente el hecho de que, lo único que tenía en su mente ahora, era la tristeza de Badala y el como recuperar su sonrisa.

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El bunker, se había convertido en el refugio de Badala. Las luces parpadeantes y el zumbido constante de las máquinas eran, en cierto modo, reconfortantes.

Allí, alejada de la realidad, se perdía en la pantalla de su computadora, explorando las redes sociales de su doppelgänger. En un mundo paralelo, su doble parecía tenerlo todo: amigos, familia, y una vida que Badala envidiaba en secreto.

Mientras se desplazaba por las imágenes y publicaciones, sus pensamientos divagaban entre su realidad y la de su doble. Sin embargo, una conversación cercana la sacó de su ensoñación. Harry, con el rostro desencajado por la preocupación, negociaba con Zoom.

—Sólo un día más—rogaba Harry, su voz temblorosa pero firme.

Zoom, imponente y oscuro, observó a Harry con desdén. Después de un breve silencio, cedió.

Ashes of love| Barry AllenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora