Capitulo 6

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Comenzaba a caer el crepúsculo. El cielo brillaba entre hermosos colores rojo y naranja cual fuego, una iluminante tonalidad verde resplandecía al término del mismo, anunciando el intrepidante toque de queda para todos aquellos quienes vivían al oeste del sector medio. Ruidos extraños resonaban cada noche, resonantes aullidos de dolor se propagaban a través de los pinos con dirección al sector. Nadie sabía la clase de seres que podrían salir de paseo del bosque nevado, y al parecer nadie se atrevía a averiguarlo, nadie excepto....

–John, John, por favor debes dejar de pensar en estas cosas, terminarás muerto alguno de estos días, o peor aún, podrías terminar vagando por el bosque como uno de ellos...— Ladro un joven cachorro mestizo vestido de una espesa capa negra.

–Ya vasta Daniel, hemos hablado de ello una infinidad de veces. Muévete. —Se empezó a quejar aquel pequeño pero imponente can monocromático de cola enroscada.

–En serio prefieres seguir haciendo esto en lugar de seguir ayudando a quienes de verdad te necesitan...

–Ayudaré a mi manera, ahora déjame solo por favor...—Bufó el husky.

–Desde que tu padre desapareció te comportas como un...

–-Basta!. Con qué derecho te atreves a hablar de mi padre!?

Mencionó John, el joven husky a Daniel, el joven mestizo. El tono de su ladrido elevó la manta gris que este llevaba puesta.

—Él también fue mi padre. –-Se entristeció el mismo.

–-No actúes como si lo conocieras. —Ladró John alzando la cabeza.

Daniel quedó congelado, sus palabras se convirtieron en un frío respirar que adornaba el paisaje por una fina neblina que se propagaba en cada respirar, notable del frío que comenzaba.

Los aullidos sollozantes se escuchaban a lo lejos, John alzó ambas orejas y dio media vuelta abriéndose camino al bosque. Las carretas repartidoras de alimentos rechinaban en conjunto con el viento mientras John comenzaba a alejarse.

—Ewah. Mencionó Daniel casi congelado.

—Si... —Se detuvo John sin mirar atrás.

—Escuche que solo oír sus aullidos durante un tiempo prolongado o verlos directamente a los ojos puede terminar volviéndote loco.

John bufo >>Simple supersticiones<< se dijo a sí mismo y continuó. Daniel dejó su vista clavada al oeste, por donde John desapareció dejando un profundo camino de huellas a su alrededor, hasta que simplemente se perdió en el espeso follaje del bosque.


Caminó durante varios minutos, siempre con la cola y sus puntiagudas orejas elevadas, sus patas eran grandes y contenía un espeso pelaje monocromático cubierto por una gabardina grisácea

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Caminó durante varios minutos, siempre con la cola y sus puntiagudas orejas elevadas, sus patas eran grandes y contenía un espeso pelaje monocromático cubierto por una gabardina grisácea. De un minuto a otro la niebla comenzó a espesarse y un cortante frío le congeló la parte más superficial de su cola y orejas, se quedó quieto pero no congelado, sus ojos se movían buscando algo entre la niebla, de pronto sus pupilas se dilataron y dio gran salto. Aterrizó creando un pequeño hueco en la nieve. Su gabardina se movía conforme el viento.

Canción De Nieve, La Leyenda De AlastorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora