En La Villa Del Desierto [Yoonmin]

Promesa

Cada noche, cuando las estrellas se desplegaban en el cielo como diamantes incrustados en el manto de la noche, el príncipe Yoongi se retiraba a su cámara, donde la soledad se convertía en su única compañera. En el silencio de la noche, su mirada se perdía en las constelaciones, sus pensamientos vagando hacia el amor perdido y el hijo que aún no conocía verdaderamente.

El peso de la corona real en su cabeza era menos abrumador que la carga de la ausencia de Jimin y Ayari. La tristeza se reflejaba en sus ojos, llenando su mirada con una melancolía profunda. Cada día se convertía en una lucha interna entre su deber como futuro rey y el anhelo de su corazón por reunirse con su familia.

En una noche estrellada, cuando el desierto susurraba secretos antiguos y los vientos llevaban consigo el eco de historias perdidas, Yoongi se arrodilló en la arena, su corazón lleno de una determinación inquebrantable.

"Jimin, Ayari", susurró, su voz llevada por el viento hacia los confines del universo. "Os encontraré, aunque me lleve toda una eternidad. Nuestro amor no puede ser desvanecido por la distancia ni por el tiempo. Estamos destinados a estar juntos, como las estrellas en el cielo".

En ese momento, bajo el manto estelar, Yoongi hizo una promesa con su alma. Juró que no descansaría hasta reunir a su familia perdida, que su amor sería un faro que guiaría su camino. Ninguna corona, ningún deber real, podría eclipsar el amor que sentía por Jimin y Ayari.

Con la mirada fija en las estrellas, juró que el destino que los había unido en el desierto sería también el lazo que los mantendría unidos por toda la eternidad. Y así, en la oscuridad del desierto, esa promesa se convirtió en un pacto sagrado entre el príncipe Yoongi y el universo, una promesa de amor eterno que ninguna distancia podría romper.