En La Villa Del Desierto [Yoonmin]

El encuentro

El sol se ocultaba en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados mientras el príncipe Yoongi, agotado por la batalla perdida, vagaba sin rumbo en medio del desierto implacable. Su piel estaba marcada por el sol y la fatiga pesaba en cada paso que daba. Los días se habían convertido en noches interminables y las noches en frías penumbras sin esperanza.

Finalmente, después de lo que parecieron siglos, divisó una pequeña villa en la distancia. Con la última reserva de energía que le quedaba, se dirigió hacia ella, esperando encontrar algo de alivio para su sed abrasadora.

Al llegar, se encontró con un pozo de agua, su salvación esperada. Mientras se inclinaba para beber, una figura se acercó a él. Era un hombre de extraordinaria belleza, con cabello rubio que caía en ondas sobre sus hombros y unos ojos grises que parecían contener el misterio de un universo entero. Llevaba un manto que cubría su hermosa melena, dándole un aire de elegancia y gracia.

El misterioso hombre sonrió con suavidad y ayudó a Yoongi a saciar su sed. Sus manos eran gentiles y reconfortantes, y en esos instantes de contacto, Yoongi sintió una extraña pero poderosa conexión.

"Gracias por tu ayuda. Mi nombre es Yoongi, príncipe de estas tierras. ¿Quién eres tú, tan amable de ayudar a un extraño como yo?", preguntó Yoongi, admirando la generosidad y la belleza del hombre.

"Soy Jimin", respondió el hombre con una voz melodiosa. "He vivido en esta villa durante mucho tiempo, cuidando del pozo y ayudando a aquellos que lo necesitan. Es un placer conocerte, príncipe Yoongi".

A medida que conversaban, descubrieron que tenían mucho en común a pesar de sus diferentes mundos. Compartieron risas y sueños, creando un vínculo especial que trascendía las barreras del tiempo y del espacio. En esos instantes, en medio de la oscuridad del desierto, nació un amor profundo y genuino entre ellos, una conexión que iluminó sus vidas como las estrellas en el cielo nocturno.

En los días que siguieron, Yoongi decidió quedarse en la villa del desierto, donde su amor por Jimin floreció como las flores en primavera. Juntos, enfrentaron desafíos y celebraron alegrías, construyendo un futuro juntos en medio de la aridez del desierto, uniendo dos almas destinadas a encontrarse en los rincones más inesperados del desierto.