En La Villa Del Desierto [Yoonmin]

Juramento bajo las estrellas

Bajo un cielo salpicado de estrellas que parecían multiplicarse infinitamente, el príncipe Yoongi y Jimin, el hombre que había iluminado su vida, se encontraban de pie en medio del desierto que se había convertido en su hogar y testigo de su amor eterno.

Yoongi lucía un traje dorado adornado con detalles de rojo, que resaltaba su piel de porcelana y sus ojos color miel. Cada hilo dorado parecía tejido con amor y esperanza, reflejando la luz de las estrellas que los rodeaban. Jimin, con su cabello rubio recogido y vistiendo un traje blanco con bordados rojos y rosas, parecía un ángel celestial descendido del firmamento.

Frente a ellos, un altar improvisado se erguía, adornado con flores del desierto y velas titilantes. Sus miradas se encontraron, y en esos ojos grises, Yoongi encontró el universo entero y en ellos, el amor más puro y verdadero.

Con voces suaves y firmes, Yoongi y Jimin intercambiaron votos llenos de promesas eternas. Juraron amarse en la alegría y en la tristeza, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Bajo el manto estrellado del cielo nocturno, sellaron su amor con un beso dulce y apasionado, prometiendo ser el faro del otro en las noches más oscuras y el refugio en las tormentas de la vida.

En la noche de bodas, después de una jornada llena de emoción y felicidad, la pareja se encuentra en la intimidad de su habitación con sus cuerpos desnudos abrazados. Con miradas llenas de amor y complicidad, caricias en los pecho desnudos, se hablan con suavidad, compartiendo sus sueños y esperanzas para el futuro. Se abrazan con ternura, sintiendo la conexión profunda que tienen el uno con el otro. En ese momento, la intimidad se encuentra en la honestidad y la vulnerabilidad que comparten, fortaleciendo aún más el lazo especial que han creado. Juntos, se preparan para embarcarse en esta nueva etapa de su vida, confiando el uno en el otro y sabiendo que tienen el apoyo y el amor incondicional de su pareja.

El viento del desierto susurraba su bendición mientras Yoongi y Jimin se abrazaban, sus corazones latiendo en armonía con el universo. En ese momento, sus almas se entrelazaron, fusionándose en un lazo eterno que trascendía el tiempo y el espacio.