En La Villa Del Desierto [Yoonmin]

La desesperación del Rey

Las arenas ardientes del desierto susurraban historias antiguas mientras el rey Yoongi, agobiado por la tristeza y la desesperación, dirigía una búsqueda desesperada. Había ordenado a sus guerreros rastrear cada rincón del vasto y despiadado desierto en busca de su amado esposo, Jimin, y su querido hijo Ayari. Su corazón, antes lleno de esperanza, ahora estaba plagado por la incertidumbre y el miedo.

Las semanas pasaron como un viento implacable, llevando consigo la esperanza de encontrarlos. Cada noche, el rey miraba al cielo estrellado, buscando respuestas en las constelaciones, pero solo encontraba un silencio frío y distante.

Finalmente, sus guerreros regresaron, sus miradas bajas y expresiones sombrías. El aire estaba cargado de un pesar palpable cuando informaron al rey que no habían encontrado ningún rastro de Jimin y Ayari en el vasto desierto. No había villas, ni oasis, ni huellas que indicaran su paso. Parecía como si el desierto hubiera devorado a su amada familia, dejando solo la agonizante incertidumbre en su lugar.

La noticia golpeó al rey como un puñetazo en el pecho. Se desplomó en su trono, con los ojos llenos de lágrimas que se negaban a caer. "¿Cómo es posible?", murmuró, su voz quebrada por el dolor. "No pueden haber desaparecido sin dejar rastro. ¡No pueden haberse esfumado en el aire como si nunca hubieran existido!"

Los guerreros se quedaron en silencio, sin palabras que pudieran consolar al rey en su agonía. La desesperación de Yoongi se convirtió en un rugido de furia y dolor. Golpeó el trono con un puño tembloroso, su corazón roto y su alma desgarrada por la incertidumbre de la pérdida.

La habitación quedó sumida en un silencio sepulcral, roto solo por los sollozos ahogados del rey. La tristeza y la impotencia se apoderaron de él, envolviéndolo en una espiral de oscuridad. Mientras miraba hacia el horizonte, su mirada se encontró con las estrellas, pero esta vez, no encontró consuelo en su brillo distante.

Bajo el manto estrellado del cielo egipcio, el rey Yoongi se enfrentaba a su mayor desafío: la pérdida de su familia, su amor y su esperanza. En su desesperación, juró que haría lo imposible para encontrarlos, sin importar el costo. La travesía que lo esperaba sería un camino de dolor y sacrificio, pero estaba dispuesto a recorrerlo para reunir a su familia, incluso si eso significaba desafiar a los mismos dioses del cielo y la tierra.