Capítulo 9

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Aún seguían en la bañera metidos. Bill volvía a estar sentado sobre su regazo con la cabeza recostada contra su pecho y los ojos cerrados. Tom le pasaba los dedos entre el pelo, haciéndole un leve masaje que él agradecía con pequeños gemidos incontrolados.

— ¿Bill? —llamó Tom en voz baja.

— ¿Mmmm? —contestó Bill con los ojos cerrados.

—Vas a decirme que no hago más que preguntarte sobre tu vida privada...—empezó a decir Tom sin dejar de masajearle la cabeza.

—Pregunta lo que quieras—murmuró Bill suspirando.

Si seguía así, se iba a quedar dormido, allí tan cómodamente sentado sobre su regazo.

— ¿Qué hay entre tú y Andreas? —preguntó Tom sin aliento.

Sintió que Bill se ponía tenso y se incorporaba. Se mordió los labios preocupados, tal vez había tocado un tema algo delicado...

— ¿Qué te hace pensar que hay algo? —preguntó Bill ladeando la cabeza para mirarle.

—Él me dijo...que todo lo que sabes lo habías aprendido de él—contestó Tom, algo incómodo por su mirada.

Bill lo notó y volvió a recostarse contra su pecho. Suspiró y tomando aire se dispuso a contarle algo más de su pasado.

— ¿Recuerdas que te dije que le insistí a Andreas para que me dejara trabajar con él? —preguntó mientras cogía algo de espuma entre las manos.

Tom asintió mientras le observaba soplar y hacer que en el aire flotara la espuma que había cogido en sus manos.

—Aceptó con una condición—siguió diciendo Bill—Pero antes de contártela quiero que sepas que no se estaba aprovechando de mí ni nada.

Tom asintió de nuevo, haciéndose una ligera idea de por dónde iban los tiros...

—Aceptó solo si era él el primero—susurró Bill.

Esperó a que Tom hiciera algún comentario como "ya, claro...y no se estaba aprovechando", pero Tom no dijo nada. Solo volvió a llevar las manos a su pelo y se lo acarició mechón por mechón.

—Lo hizo por mí—siguió contando Bill—Dijo que era mejor que mi primera vez fuera con alguien que me tratara bien, y créeme la gente así no abunda....bueno, tú eres uno de ellos...

Tom se sonrojó al escuchar sus palabras. ¡Claro que le había tratado muy bien! Porque se lo merecía, eso y más...

—Recuerdo que estaba muy nervioso esa noche. Andreas no iba a trabajar porque la pasaría conmigo. Hizo que le desnudara y le tocara, como si él fuera un cliente. Así me quitó la timidez de un golpe, me explicó que no podía mostrarme cortado si aún quería ese..."trabajo", que tendría que hacer cosas que en otras circunstancias me darían asco.

Tom se abstuvo de preguntar a que "cosas" se estaba refiriendo...

—Me dijo como le tenía que tocar y qué hacer con mis manos...y labios...

Tom cerró los ojos, negándose a imaginarse a Bill haciéndole a Andreas eso que le estaba contando...

—Luego me tocó a mí. Me desnudé del todo y me acosté boca abajo en su cama. Andreas puso dos almohadas bajo mi vientre para que estuviera más cómodo y empezó a prepararme. Para esa ocasión utilizamos lubricante, pero me explicó que a muchos clientes no les gustaba, preferían sentir que les costaba, eso les ponía más cachondos...

Tom maldijo por lo bajo, así solo le harían mucho daño.

—Estuve todo el tiempo con los ojos cerrados, sintiendo como colaba sus dedos en mi cuerpo y los sacaba. Una vez que dilató mi entrada, me explicó que nunca lo hiciera sin la protección adecuada. Abrió el cajón de su mesilla, en donde guarda siempre un buen arsenal de preservativos y se puso uno él mismo. Entonces me pidió que me relajara y entró en mi cuerpo con cuidado...

Pretty BillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora