Capítulo 38: Dejando rencores en la Playa de los Sueños

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PoV Gael:

La oficina de la cervecería estaba llena de un aire ligero y triunfante. Marena y Gael, abrazados, compartían sonrisas y risas, celebrando el éxito de la conferencia de prensa. Don Apolo y el abogado Rentería se encontraban presentes, y los rostros de ambos reflejaban una mezcla de satisfacción y deber cumplido.

"Lograron un trato con los federales"-anunció Don Apolo con un brillo de orgullo en los ojos- "Dada la magnitud del daño causado por Ramsés y la falta de justicia para los padres de Marena, no levantarán cargos en su contra, Marena. También hemos avanzado con los papeles para dejar atrás la identidad de Leona Bravo".

Gael percibió la transformación en Marena cuando pudo percibir el alivio que iluminó sus ojos. Había sido un largo camino, pero finalmente, estaban a punto de liberarse del disfraz de Leona Bravo y abrazar por completo la vida como Marena Ramos y Gael Torrenegro. Con un abrazo más fuerte, Gael quería transmitirle que estaban cerrando un capítulo oscuro y abriendo las puertas a un futuro más claro y lleno de promesas.

"Muy pronto volverá a ser Marena Ramos" -anunció Rentería con un tono profesional, y Gael asintió, sintiendo una mezcla de satisfacción y gratitud- "Bueno me voy a terminar los procedimientos".

"Muchas gracias abogado" -respondió Marena- "Y Don Apolo, muchas gracias por todo lo que está haciendo"

"No hay de que Marena" -le dijo sonriendo- "Luchar por causas justas es algo que tenemos en común pero es tiempo de que disfruten de este momento...es más ya deberían ir pensando en su boda" -sonrió aún más.

"Gracias tío, créeme que nuestros hijos están más emocionados que nosotros" -dijo Gael notando la mirada pícara de Don Apolo y sonrió.

"Disculpame, pero yo también estoy emocionadisima" -dijo Marena mientras se volvía hacia él y lo rodeaba con sus brazos- "Yo ya quiero ser tu mujer ante la ley y Dios" -sonrió, y Gael se perdió en su mirada.

"Bueno, mejor los dejamos" -dijo Apolo con un tono de voz picarón- "Así disfrutan un momento a solas"

Cuando Apolo y Rentería se retiraron, la oficina quedó en un silencio cómplice entre la pareja. Se miraron el uno al otro, sus ojos reflejando amor y complicidad, mientras su brazos se rodeaban.

"Deberíamos unirnos a mi madre y a los chicos"-sugirió Gael, rompiendo el silencio-"Es hora de planificar nuestro viaje a Puerto Palma y comenzar esta nueva etapa como una familia unida".

"Sí...pero antes hay que hacer un papeleo para hacer oficial tu puesto de Director Adjunto" -le sonrió y se acercó para darle un beso.

"Al final lograste lo que querías" -le dijo Gael y le dio un beso corto- "Vamos a estar juntitos trabajando y sacando adelante la empresa" -le dio otro beso corto.

"Mhmm" -le devolvió el beso con más pasión- "Ya te perdí una vez...no pienso perderte de nuevo..."

"No iré a ninguna parte" -sus manos se movieron a su cadera mientras el beso se intensificó.

Estaban perdidos en el beso que escalaba rápidamente cuando la puerta se abrió, interrumpiéndolos. Era Camila, con una expresión seria, y ambos se soltaron, mirándola con sorpresa y preocupación.

"Disculpen" -dijo ella cerrando la puerta detrás de sí- "Es solo que estuve hablando con Marco...sobre algo que encontré hace meses, pero no quise mostrártelo en su momento..." -dijo mirando a Marena- "estabas con tantos problemas y dentro de todo David, Adrián, era un apoyo...pero...creo que deberían ver esto" -sacó su celular y les mostró una imagen que mostraba a David y Columba en el patio de la mansión- "Lo encontré entre todos los videos que grabaron las cámaras que nuestro padre había dejado..." -su mirada se encontró con Gael y luego suspiró- "Vean y escuchen..."

Volviendo a empezar - El Amor InvencibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora