Capítulo 29 - Tiempos de Incertidumbre

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PoV Gael:

Podría sonar hasta paradójico, pero Gael estaba experimentado un tipo de libertad entre las celdas, se lo cuestionó muchísimo los primeros días, extrañaba a su familia, estaba preocupado por ellos, pero dentro de todas las emociones negativas, se centraba en ir conociendo a ese Gael que por primera vez se sentía libre del yugo de Ramsés, el cambio lo removió entero, y estaba muy pendiente de cómo iba reaccionando a su nuevo medio, uno que le era totalmente ajeno, que le había creado expectativas, pero que de primeras estaba siendo mejor de lo que se pensó.

Llegó a la división para personas enfermas o con discapacidad y para su asombro recibió atenciones médicas, le propiciaban analgésico cuando le dolía y tenía compañeros que de primeras no parecían querer buscar pleitos. Esta aparente calma lo hizo experimentar esa sensación de libertad, no recordaba haberse sentido así jamás, sentía que estar en ese lugar lo alejaba por completo del ser que más lo había oprimido en toda su vida, a pesar de ser inocente, sentía que estando en estas circunstancias la caída de su padre era inminente, desde su corazón confiaba en que encontrarían las pruebas para demostrar su inocencia y de esta manera su padre caería al fin.

La noticia de la muerte de Columba fue el primer golpe que recibió, le parecía increíble la historia que le contaba Leona a través del cristal en su visita. Fue inevitable las lágrimas, sus hijos, solo podía pensar en ellos, en lo que sintieron al tener esa llamada de despedida y cómo manejarían el saber que fue justamente su abuelo quien los hacía sufrir de esa manera.

Era evidente que había que comenzar lo que ya se habían planteado, Apolo buscaría a los mejores especialistas en psicología y los chicos comenzarían su terapia, era importantísimo. Eventualmente Leona también comenzó a ir a terapia y él agradeció que su familia estuviese recibiendo la atención necesaria, él mejor que nadie sabía la importancia de la salud mental y de cuidarla.

A pesar de que había pasado un mes y sus abogados no habían conseguido avanzar mucho en el caso, Gael seguía esperanzado, no sabía que comenzaría a vivir la mayor de las pesadillas justo cuando saliera de la zona especializada y fuera con los presos comunes.

En cuanto estuvo de alta y su pierna había recobrado la movilidad total fue trasladado a otro nivel de la prisión, le tocaba compartir celda con Jeremías, situación que le incomodaba, pero esas sensaciones le quedaron pequeñas al lado de lo que comenzó a experimentar. Poco a poco se fue rompiendo la idea que tenía sobre estar preso, lo que había vivido en la sección de personas con discapacidad no tenía nada que ver con lo que empezó a sentir en este nuevo lugar. Sus compañeros no paraban de señalarlo como abusador de mujeres y para alguien como Gael, que lleva tan mal la crítica porque siempre se ha sentido culpable, las palabras de los otros presos lograron calar en él, a pesar de no tener ni una gota de verdad.

Lo primero en regresar a su mente, fueron esas pesadillas recurrentes, las de él en ese camión asqueroso, rodeado de mujeres colgadas y de pedazos de carne, sumado a esto las noticias de que la empresa estaba al borde de la quiebra. Leona se lo había explicado con muchísima calma, ella lo conocía y quería evitar lo qué pasó cuando vio en el noticiero, y todo indicaba que se desplomaron las acciones por el supuesto vínculo de Gael con una red de trata de blancas, los periodistas en la nota cuestionaban el movimiento de cesión de la dirección general y de sus acciones a su esposa, calificando todo como una jugada para no implicar el negocio familiar en sus negocios sucios. Con esta noticia y saber que todo el mundo estaba sentenciándolo como culpable comenzó lo que sería el mayor de los infiernos.

Al mes y medio le tocaría su primera visita conyugal, cuando le informaron que no la tendría por mal comportamiento, arremetió contra el oficial, ¿cómo le iban a decir qué tuvo mal comportamiento? cuando desde que llegó a ese lugar había permitido todo tipo de abusos verbales contra él, todo con tal de evitar un conflicto, ¿cómo le iban a quitar el momento de abrazar a su mujer?, ¿a la persona que lo mantenía cuerdo? El oficial que le informó su situación, no tuvo miedo en decirle

Volviendo a empezar - El Amor InvencibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora