Capítulo X

4 0 0
                                    

Aelia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aelia

Estaba sentada en la barra de la cocina con mi portátil, mirando regalos para mi padre, quedaban solo dos días y no sé qué regalarle aún, ¿Qué le regalas a alguien que ya lo tiene todo? Estaba entretenida mirando diferentes páginas, todo lo que podría pensar en comprar ya papá lo tiene. Estaba tan sumida, que de pronto una fuerte risa proveniente del jardín llama mi atención, levantó la vista para mirar por la ventana de la cocina y Jhon estaba hablando por teléfono.

Cada vez que soltaba una carcajada, su risa varonil llenaba el aire, era como si viniera de los más profundo de su ser. Nunca lo había escuchado reír, ni siquiera sonreír y debo admitir que tenía una linda sonrisa. Incluso parecía otro hombre al que suele ser, totalmente diferente al hombre frío y distante, se veía alegre y contento. Lo que me hace preguntar, ¿con quién hablará? Creí que era un hombre solitario, ya que no suele hacer uso de su celular.

─Hola cariño ─me sobresalte al oír la voz de papá, rápidamente cerré mi portátil ─¿Está todo bien?

─Si, ¿Tú? ─él se acerca para depositar un suave beso en mi frente ─¿Te quedas hoy en casa?

─Si, no tenía nada importante para hoy ─abre la nevera para mirar su contenido ─¿Harás algo hoy?

─Sí, iré a ver a Sarah ─mentí, en realidad iría al centro comercial por su regalo.

─Bueno cielo, que te diviertas, quizás a la noche podamos hacer algo juntos, mirar una película o algo.

─Está bien ─se acerca para depositar un beso en mi frente y se vuelve a ir, no sin antes decirme que me quiere.

Lo miro irse, y no puedo evitar sentirme orgullosa de él, me atrevería decir que tengo al mejor padre, siempre ha sido muy amoroso, me apoya en todo, es atento, incluso cuando me he portado muy mal con él en mi adolescencia me tuvo mucha paciencia y amor, pero sin perder su carácter fuerte.

No pude evitar notar que hoy lleva un estilo más relajado, siempre tiene una apariencia impecable con sus trajes a medida, sus zapatos brillantes; su estilo siempre ha sido clásico y sofisticado, incluso hasta cuando está en casa, pero hoy solo lleva una camiseta blanca con un cárdigan color crema, jeans y zapatillas.

─Hablamos luego. ─La voz de Jhon vuelve a captar mi atención.

Hace un par de días iba a renunciar y ahora decide quedarse, no lo comprendía, era como un acertijo indescifrable para mí.

Le pedí ir a Jhon al centro comercial, aún no tenía claro que le iba a comprar a papá, pero quería recorrer las tiendas para ver si algo llamaba mi atención. Benjamín era un hombre sencillo, no usaba cadenas, solo relojes, no le gusta los anillos, sin embargo ha usado la sortija de casado toda su vida, incluso después de que mamá murió. Decidí entrar a una tienda de relojes muy reconocida mundialmente que a Benjamín le gustaba mucho.

El Corazón de AeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora