Fuera de sí por la intromisión, el escriba alzó la pierna y descargó un tremendo taconazo en el centro de la destrozada espalda del demonio, que lanzó un grito agónico y quedó inmóvil en el suelo. A continuación agarró a Aziraphale por el cuello de la túnica y le acercó a él de un tirón para gritarle en la cara.
- ¿Ayudar exactamente a qué? ¡Se ha escapado porque tú no has hecho bien las cosas y ha llegado hasta el Libro! Si no llega a ser por mí, esta víbora aún estaría suelta y a saber qué hubiera hecho con este sacro objeto.
Aziraphale se quedó muy quieto, sin resistirse para no enfadar más a su superior. Echó un disimulado vistazo al demonio que permanecía inmóvil en el suelo, finalmente quebrado por el último golpe del escriba y le sonrió con timidez.
- Tal vez eso era algo que formaba parte del plan de su Omnipotencia. Quizás ella quería que llegase hasta aquí por alguna razón – la voz de Aziraphale era suave, tranquilizadora. A diferencia del su interlocutor, no perdía la calma- No sucede nada sin que Ella lo permita, como ya sabemos.
- Dudo que sirva de algo que esa escoria contamine un lugar sagrado. Y sobre todo, recuerda que has puesto en peligro el Libro al dejar que llegara hasta aquí.
- Es inefable, Metatron. No podemos saber por qué Ella lo ha querido así.
Haciendo una mueca de disgusto, el escriba soltó al arcángel, que se apartó un par de pasos y se colocó la túnica.
- Tienes razón. Ha llegado hasta aquí pero ahora está a nuestra merced. Ya es hora de eliminar su amenaza para siempre- el escriba tomó la vasija con el agua bendita.
- Oh, no, no es necesario que hagas eso...- protestó Aziraphale- Seguramente haya comprendido perfectamente que...
- No voy a hacer nada, Aziraphale – el Metatrón puso la vasija en las manos del ex librero- esta tarea vas a hacerla tú, como arcángel supremo.
Aziraphale se puso más blanco que la tiza.
- ¿Yo? No, no... ¿Cómo voy a matar a...? ¿Cómo voy a matar a nadie? Yo soy un ángel, mi misión es ayudar...- dijo, retrocediendo-
- Ayuda entonces. Debes eliminar el mal.
- Por favor... no voy a...
- ¡Cumple con tu deber, estúpido pusilánime! Eres un ángel guerrero, si se te ordena matar, matas. Además, eso de ahí ni siquiera es un humano o un animal ni por supuesto un ángel; es sólo un asqueroso demonio, un criado de Satán. ¡Es el enemigo ancestral! Eliminarlo es el deber de cualquier ángel.
- ¡Pero él puede hacer bien las cosas! Le conozco desde hace años... Crowley no es como los otros dem...
Antes de que pudiera acabar la frase, el Metatrón alzó la mano y propinó una sonora bofetada a Aziraphale, lo suficientemente fuerte como para hacerle girar la cabeza hacia un lado.
- ¡Blasfemo! Un demonio haciendo el bien... eso es un insulto a su Omnipotencia. Es como decir que se equivocó al castigarle... estás cegado, Aziraphale. Sé que te ha corrompido con sus palabras y sus actos, pero te he explicado ya exhaustivamente que no te ama, que no puede amar... y que si tú le amas a él, estás renunciando a Ella. Así que con más razón aún, debes ser tú el que le mate. Hazlo. Inmediatamente.
Lentamente, Aziraphale giró la cabeza hasta volver a mirar a los ojos al Metatrón. El hielo de sus ojos azules resplandecía como los de los ángeles exterminadores. El escriba dudó un instante, aunque tragó saliva disimuladamente y se mantuvo en su lugar.
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El Jardín Secreto
FanfictionUna posible continuación a la temporada de Good Omens... parece que Aziraphale se ha marchado abandonando a Crowley y su vida en la tierra a cambio del puesto de Arcángel Supremo...aunque quizás hay algo muy importante que no sepamos...