V. Primer movimiento

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Habían transcurrido tres semanas desde que Sasuke había comenzado a investigar entre las calles de la aldea. Todavía le resultaba extraño trabajar de la mano de Konoha, sobre todo porque había quienes le dirigían una mirada hostil de la misma forma que cuando pasó sus días en prisión, aunque prefería eso a estar encerrado. Al final del día era bueno volver a hacer algo productivo; aunque el ANBU de Kakashi todavía le seguía en ocasiones.

      Iba de camino a dar el reporte final del día cuando a lo lejos vislumbró a Naruto caminando al lado de un joven y una cabellera rosa que conocía muy bien. Estaba por darse la vuelta cuando el rubio le vio.

— ¡Ahhh, pero si es Sasuke!

El pelinegro maldijo su suerte internamente.

El ninja naranja se acercó entonces a su amigo. Sus acompañantes le siguieron.

— Qué bien que nos encontraramos. Este es Maru. — Presentó al joven que lo escoltaba. — Dijo que es mi admirador y me va a invitar a cenar, deveras. ¿Quieres venir? Sakura-chan también nos acompañará así que podemos ir los cuatro.

     Sasuke dirigió una corta mirada a la pelirosa y ésta se removió en su lugar un tanto incómoda por el protagonismo que le acababa de dar su amigo y giró su vista a un punto en la lejanía. A Sasuke le pareció gracioso su intento de pasar desapercibida, pero no lo mostró.

— Voy rumbo a la oficina Hokage.

— ¿Sigues apoyando la investigación del Chakra? No has entrenado conmigo recientemente. — señaló el Jinchuriki.

— ¿También tienes problemas con tu Chakra, Sasuke-kun? — El joven que los acompañaba habló por primera vez y sí, había usado el honorífico -kun con él. — Sakura-chan me ha ayudado con mi tratamiento ¿así que porqué no permites que te revise? Puede que mejores también.

— Sasuke... ya terminó con su evaluación médica. — Puntualizó tímidamente la aludida. Sasuke levantó una ceja levemente ante el tono distante que venía impregnado en sus palabras.

— Ya veo... Bueno, tal vez tu recuperación necesite un poco más de tiempo; en mi caso, estoy a nada de que pueda volver a usar Ninjutsu. Sakura-chan es un increíble ninja médico; a veces me siento un poco celoso de que ustedes la tengan en su equipo. — agregó el chico con un tono alegre.

     A Sasuke le estaba pareciendo una charla eterna, por lo que cortó descortesmente la conversación.

— Debo ver a Kakashi.

— ¿Al Hokage? Oh, entiendo. Lamento entretenerte, la invitación que le hice a Naruto aplica también para sus conocidos así que sería estupendo poder verte después, Sasuke-kun. — El chico le vio a los ojos con tono seguro.

      Sasuke no contestó. El pelinegro simplemente se dio la vuelta no sin antes dirigirle una mirada rápida a la pelirosa y comenzó a andar dejando el barullo de esos tres detrás de sí. A los pocos minutos llegó a la torre Hokage.

Dobló por el corredor y entró a la oficina.

El peliplata levantó la vista de los papeles que tenía en el escritorio.

— Supongo que no es necesario tocar si me traes información, ¿cierto?

— Trabajan en compañía.

      El día anterior Sasuke había logrado seguir el rastro de un hombre y éste le dirigió hasta un edificio abandonado en las afueras de la aldea donde al parecer se estaba llevando a cabo una conspiración.

— El hombre al que seguí era un subordinado. Lo único que entendí cuando le vi reunirse con los demás fue que el plan seguía en pie y que ya se habían deshecho del obstáculo.

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