X. Molestia

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— Hemos obtenido información de quién está detrás de esto. El día de mañana los quiero ver en este sitio. — Kakashi marcó un punto en un mapa, mientras Shikamaru entraba a la oficina.

— Kakashi-sensei, no vamos a esperar a Sakura-chan? — El rubio preguntó.

— Sakura decidió dejar la misión para centrarse en el hospital.

— ¡¿Quéééé?! Pero no nos avisó. — El Uzumaki frunció el entrecejo extrañado por la situación. — Sasuke, ¿a ti te dijo algo?

El pelinegro se removió incómodo en su sitio. Era obvio que él había sido el culpable pero no lo aceptaría delante de esos dos.

— En vista de ello, Shikamaru será su nuevo compañero. Ya lo puse al corriente de los detalles...

Sasuke dejó de prestar atención y salió por la puerta sin importarle que Kakashi seguía explicando la situación. ¿En verdad Sakura había dejado la misión? Perfecto. Ahora sí que necesitaba disculparse antes de que las cosas empeorarán más. Su orgullo claramente le decía que la Haruno solo estaba haciendo una rabieta, pero en el fondo sabía que tenía completa razón de sentirse ofendida y alejarse; él lo haría si tuviera un hombre como él cerca, el cual sólo sabía herir a quien le rodeaba.

Sin darse cuenta sus pasos lo llevaron al hospital y sin pensarlo entró al edificio. Sakura se encontraba con el chico del otro día en su consultorio, por lo visto se llevaban bastante bien. La vio teniendo una feliz conversación con él, pero no le importó interrumpir.

— ¿Por esto dejaste la misión?

La voz acusativa hizo que Sakura levantara la vista en dirección a la puerta en donde el Uchiha le regalaba una mirada seria.

— Oh, Sasuke-kun, hace mucho que no te veía, ¿viniste a revisión cómo te aconsejé? — Maru parecía no leer el ambiente agrio que se cernía sobre esos dos.

— En realidad venía a ver a Sakura, pero veo que está tan ocupada que ha dejado su otro trabajo a medias. — Sasuke no sabía porqué estaba molesto, pero verle ahí riendo en lugar de haber regresado al departamento lo había enojado.

Sakura le lanzó una mirada hostil ante el comentario, y él sólo le levantó una ceja en modo inquisitivo.

— ...Ok. Creo que te veré luego, Sakura-chan. Te dejaré con Sasuke-kun. — El chico se dio cuenta de la situación y se maldijo por tener que cojear en ese momento y no poder dejar a toda prisa esa habitación la cual no tardaba en incendiarse por el humor de esos dos.

Después de que el chico los dejó solos, Sakura dirigió su mirada a la pantalla que tenía delante, ignorando al Uchiha.

— ¿En verdad vas a dejar la misión?

— No creo que necesites a gente estúpida en ella, sabes.

Sasuke resopló y entró al consultorio.

— Hablo en serio, Sakura.

La medic ninja se giró a verlo directamente.

— Yo también hablo en serio: Si esa es tu forma de disculparte, sigues sin saber cómo hacerlo.

Sasuke apretó los dientes. Era muy difícil hablar con esa chica; pero se lo merecía, después de todo.

— No... Yo... No era lo que quería decir. Lo siento, no debí haberte dicho eso. — dijo por fin.

— Obviamente no. — La pelirosa sabía que al Uchiha le estaba costando disculparse, pero necesitaba esforzarse más; después de todo, el pelinegro le había hecho tantos desaires desde el primer día que se cruzaron.

— Cuando dije eso, me refería a que los únicos que tuvieron la culpa, han sido los altos mandos. Alguien cómo tu... tú menos que nadie debería disculparse. No fue mi intención llamarte así.

Sasuke apoyó los brazos en el respaldo de la silla que estaba delante del escritorio, derrotado sólo bajó la mirada y cerró los ojos, esperando por la respuesta de la pelirosa. No podía creer que hacer las cosas bien exigía más que un entrenamiento con Katana.

De repente sintió cómo su mejilla comenzaba a sentirse cálida. Cuando abrió los ojos, Sakura estaba a su costado sanando el golpe que le había dado.

— Aún tienes moretón. — Dijo despreocupadamente.

Sasuke no supo que hacer, nuevamente se dejó curar. Mientras la pelirosa hacía su trabajo, el portador del Sharingan podía respirar el olor de la chica.

— Sakura... en verdad quiero que estés en la misión. Y sinceramente no creo que seas una..

Estupida.

Molestia.

Sakura sonrió levemente, Sasuke hizo lo mismo.

—Jamás diría que eres estúpida, lo siento. 

El simple tono sincero hizo que el corazón de la medic-ninja latiera un poco más rápido, así que decidió apostar su carta.

— Vale, pero a cambio necesito un favor.

— ¿Un favor?

— Quiero que me permites ir a tu siguiente juicio.

⧫⧫⧫⧫

Naruto se preguntaba si se había perdido de algo pues primero la pelirosa salía enfurecida, luego Sasuke parecía molesto y después Kakashi anunciaba que Shikamaru sería el nuevo compañero solo para que Sakura terminara volviendo.

En verdad, sus compañeros eran muy raros.

— Bien... ya que fui el único que escuchó las indicaciones de Kakashi-sensei, dejen les explico...

Naruto explicó que debían ir a un sitio en las afueras de la aldea. De acuerdo a la información que el equipo de Ibuki había logrado extraer de los recientes prisioneros, los cabecillas estaba alimentando la discordia con ayuda de ex ANBU de las aldeas y pensaban atacar la siguiente cumbre de las cinco naciones, la cual y en palabras de Kakashi, era una cumbre exclusivamente para discutir el tema de seguridad internacional y la fuerza militar causada por los últimos eventos.

— Entonces deberíamos vernos mañana para terminar de crear la estrategia. — Dijo el rubio.

— Mañana no.

— ¿Tienes algo que hacer, Sakura-chan?

— Mmm... nop. Pero Sasuke sí.

El rubio miró a su amigo un tanto confundido, pero éste solo le ignoró.

— ...Entonces será pasado mañana... antes de que lo olvide. — Naruto tomó de su bolsillo una pulsera. — Maru me dijo que se te cayó después de que cenaron, pero que no pudo dártela el día del hospital.

Sakura la tomó sorprendida.

— Pensé que jamás la recuperaría. Bueno, ya me voy que iré a ayudarle a Ino con la decoración de la florería.

La pelirosa tomó sus cosas y justo cuando llegó a la puerta se detuvo. Con una gran sonrisa se giró y dijo:

— ¡Mucha suerte en tu juicio de mañana, Sasuke.kun!

El pelinegro se quedó observando mientras la kunioichi dejaba su departamento, esa chica siempre terminaba insmicuida en su vida, de una u otra forma. Parecía que estaba destinado a ser así, y eso le preocupaba.

Sabía que ella esperaba algo de él, y él no sabía si podía corresponderle, o si siquiera tenía derecho a hacerlo.

— ¿Mañana es tu juicio? — El rubio le sacó de sus pensamientos.

— Hmp.

— ¿Hmp? ¿Así es como te tomas tu libertad?

— No es como si estuviera en mis manos, eso depende de los altos mandos.

El Uchiha se tiró en el sofá de la sala y cerró los ojos, pensando que había mentido, esa chica si que era una molestia en su mente.


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