-Las profecías 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 se cumplen, quizás nuestro encuentro estaba destinado a ser...¿Pero realmente era necesario todo esto?
➤ " Los vampiros nunca te harían daño, ¿o sí?..."
➤ Quizás contenga algunas faltas de ortografías.
➤ Historia tota...
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8) ♰ — "¿𝖀𝖓𝖆 𝖆𝖑𝖚𝖈𝖎𝖓𝖆𝖈𝖎𝖔́𝖓?..."
Lunes, 5:30 p.m
Elisa
Otro día más de clases, justo en la última hora y la más aburrida. Esta culminaba en unos 30 minutos aproximados, pero no podía esperar para escuchar el timbre sonar y poder marcharme de aquí. Es un ambiente totalmente desagradable, chicas acercándose al oído de las otras para contarles cuanto detestan a sus supuestas "amigas" o algún lío del que se han enterado, chicos tirándose papeles entre sí como si fuera una guerra mientras se gritan unos a otros. Un total dolor de cabeza total el cual tenía que soportar la mayor parte de los días, era un sufrimiento entrar al aula.
Apenas ponía un pie dentro y ya esperaba la hora para irme.
Mientras la clase se convertía en un infierno total, decidí tratar de ignorarlos y voltear para ver el asiento a mi lado, en el cual se encontraba Tom, este parecía estar muy concentrado en una pequeña ilustración, sin embargo no podía ver nada ya que él lo tapaba con una mano, como si fuera una sorpresa.
Él no quitaba la vista del papel, pero probablemente ya se había dado cuenta de mi mirada observándolo ya que una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.
—¿Qué haces, Tom? —le pregunté tratando de espiar un poco asomando mi cabeza a su escritorio en un intento de poder ver aquel dibujo.
—¡No veas! No seas tramposa, es una sorpresa. —dijo él escondiendo su cuaderno detrás de su espalda.
—Mmm...¡Dejame ver! Aunque sea un poquito...—traté de tomar el cuaderno pero él levantó la mano con la que sostenía el cuaderno evitando que lo tomará, sin embargo me levanté de mi silla y lo intenté tomar nuevamente siguiéndole el juego.
—¡Tramposa! —dijo él para luego continuar moviendo el cuaderno evitando a toda costa que yo lo tomará, haciendo un pequeño juego entre los dos, que causaba pequeñas carcajadas de ambos, pues en ningún intento logré tomar dicho cuaderno.
—Bien... tú ganas, pero tienes que mostrarlo cuando termines. —volví a mi asiento y Tom siguió concentrándose en el dibujo que estaba haciendo previamente.
Yo solo lo admiraba mientras él se veía tan enfocado en aquella ilustración, realmente tenía talento cuando de ilustrar se trataba, y esa era una de las cosas que más admiraba de Tom.
Después de un rato, él me volteó a ver mientras sostenía su cuaderno escondiendo el dibujo que había hecho.
—¿Ya puedo ver, señor Picasso? —
Él asintió con su cabeza y me pasó su cuaderno, en el cual estaba ilustrado la figura de aquel mismo vampiro con el cual me había encontrado, Tom lo había dibujado tal y cual como yo lo había detallado, sus ropas eran casi una réplica de las veces en las que lo encontré, e incluso el estilo de cabello con el cual Tom lo había ilustrado era realmente similar al suyo. Me quedé analizando aquel detallado diseño por un tiempo, admirando cada pequeño trazo que estaba dibujado en él.
