12) ♰ — "𝕮𝖚𝖆𝖓𝖉𝖔 𝖒𝖊𝖓𝖔𝖘 𝖑𝖔 𝖊𝖘𝖕𝖊𝖗𝖊𝖘. . ."
Eli volteó a ver al chico el cual le había hablado anteriormente, encontrándose justo con quien suponía que era, Tom.
—¡Que lindos! Tan de mañana y ya juntitos. -habló el de rastas molestando a su mejor amiga.
—¿Qué dices? Se me apareció a medio camino y me sacó alto susto. -respondió mientras ambos empezaban a caminar hacia su clase.
—Pero disfrutaste estar a su lado, ¿o me equivoco?
—Bueno, pero sólo eso, lo conozco hace poco, Tom. Además... es un vampiro. —le susurró al oído tratando de no llamar la atención.
—¿Y eso que? Eso hace las cosas más interesantes. —el chico soltó una pequeña risa.
Elisa rodeó los ojos al escuchar las palabras de su amigo. —Claro, cuando me mate de un mordisco no dirás lo mismo...
—¿Te dejarás llevar sólo por eso? Piénsalo bien, puedo notar que él es diferente, y tú también, ¿no? —habló Tom mientras esperaba la respuesta de su mejor amiga. —Además se nota demasiado en tus ojos que esta amistad con él te emociona.
La joven se quedó unos segundos observando a Tom, analizando las palabras que había dicho y dándose cuenta que él tenía toda la razón. Especialmente al recordar el pequeño pero admirable gesto que este vampiro había hecho esta mañana.
—No lo sé y ya, puede que me caiga bien, pero sigue siendo un vampiro. —admitió, quizás había empezado a juzgar al vampiro demasiado rápido, sin analizar las anteriores actitudes de este vampiro cada vez que se encontraban. Pero al fin y al cabo, Bill seguía siendo una criatura con naturaleza chupasangre.
Tom asintió, tratando de entender a su amiga, pues esta era bastante desconfiada, pero tenía sus razones. Y como su amigo, no iba a presionarla. Sin embargo, presentía que esta amistad podría llegar a ser única y traerle miles de experiencias y recuerdos a Eli. Al final, lo único que Tom buscaba era que Elisa fuera retomando su felicidad poco a poco... Fue lo que siempre quiso.
. . .
Ambos seguían caminando por los pasillos, hasta que Tom notó la presencia de la extraviada pulsera en el brazo de su mejor amiga. —¿Esa no es la pulsera que habías perdido?
—Así es, yo también creí que estaba perdida, pero digamos que alguien que casualmente ví esta mañana la encontró por ahí... —la mirada de ambos estaba centrada en aquella pulsera, en especial en ese pequeño dije de estrella.
—¿Siempre ha tenido ese dije de estrella o es mi imaginación? —
La chica negó con su cabeza. —Él se lo añadió. Dijo que la pulsera se había roto, por eso la reparó él mismo.
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𝐕𝐚𝐦𝐩𝐢𝐫𝐞𝐬 𝐰𝐢𝐥𝐥 𝐍𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐇𝐮𝐫𝐭 𝐘𝐨𝐮 ┆𝐁𝐢𝐥𝐥 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳
Vampirgeschichten-Las profecías 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 se cumplen, quizás nuestro encuentro estaba destinado a ser...¿Pero realmente era necesario todo esto? ➤ " Los vampiros nunca te harían daño, ¿o sí?..." ➤ Quizás contenga algunas faltas de ortografías. ➤ Historia tota...