Capitulo 6

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Fecha: 5 de Diciembre, 1636

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Fecha: 5 de Diciembre, 1636

Con la mirada enfrente, Farya Sultan abandonaba el Palacio, seguida de sus dos hijas.

─¡Şahnaz! ─llamó Hafsa, corrió hacia la joven embarazada y abrazó sus piernas

La madre de la niña observó fríamente la escena, que en el fondo de su corazón, la conmovió.

─Sultana.─ella apoyó sus manos en su abultado vientre y la miró.─La corona que lleva usted pertenece al tesoro Imperial, ¿o me equivoco, Hacı Agha?

─No, no se equivoca.─le dió la razón, formando una sonrisa en el rostro de la Hatun.─Sultana Farya, por favor, deme la corona.

─Nunca, me la dió Murad.─negó de inmediato, retrocediendo de forma evasiva

─Que insolencia...─murmuró Şahnaz, observado la reacción de la Haseki, luego miró a Lalezar Khalfa.─Lleven a las Sultanas al carruaje, que esperen a su madre.

Silahtar Paşa se poscisiono en una esquina de las puertas del Harem y anunció la presencia más importante y menos esperada.

─¡Atención! El Sultan Murad está aquí.─luego de lo dicho, realizó una reverencia que mantuvo por unos segundos

El Padişah de veinticuatro años caminó en el medio del corredor, dirigiéndose hacia su favorita. Todas las mujeres observaron por primera vez el rostro de aquel hombre.

─Farya, es hora de que te retires de mi Palacio.─le dijo, su voz firme y autoritaria

─Pero, pero Murad...─Farya titubeó, invadida por la ira.─¡Ella me quiere quitar mi corona!

─Que mentira, su majestad...─Şahnaz dijo, fingiendo claramente

Murad miró a sus guardias y se la llevaron en contra de la voluntad de su antigua esposa, entre gritos e insultos.

─Vamos.─le susurró él, regresando por dónde había venido, seguido de su favorita

Fecha: 24 de Enero, 1637

El parto de Şahnaz Hatun se avecinaba, y las atenciones del Sultan no hacían más que aumentar. Cada día que pasaba, en cada madrugada rezaba para que el hijo en aquel vientre naciera con bien.

Sus ojos inundados en lágrimas de tristeza aparecieron, al escuchar como el Eski Saray se había incendiado, y con eso, tres muertes reclamó, las dos pequeñas Sultanas y Farya. No se preocupaba por nadie más que las pequeñas niñas inocentes.

─Şahnaz, no llores, estás embarazada, le hará daño al bebé.─Aynur Khalfa le dijo, limpiando con sus manos las lágrimas de la joven

─Solo eran unas niñas, Aynur, unas niñas que no cumplían ni siquiera cinco años.─siguió llorando, sus yacían ojos rojos de tantas lágrimas derramadas

Lo más triste de todo, era que no se encontraron cuerpos, todo era cenizas, y sin faltar, sangre. El palacio prácticamente destruido, obligando al Sultan a buscar una solución, distribuyendo a las criadas en todos los Palacios, y las Sultanas olvidadas residían en manciones temporalmente.





•••••

Al día siguiente, cuando Şahnaz abrió sus ojos, se encontró con los ojos observadores del Sultan. Se exaltó un poco, llevando instintivamente una mano a su abultado vientre.

Murad sostenía en su mano una collar con un símbolo al Islam. Parecía evidente que estuvo rezando por los suaves susurros sobresalientes de sus labios. Los ojos azules del hombre se posaron en su favorita, se puso de pie y caminó unos pasos para llegar a ella.

─¿Cómo te sientes? ─su voz salió entrecortada, pero su exterior era firme

Nada de esa actitud paso desapercibido por Şahnaz, quien se acomodó en la cama, el bebé en su vientre pateó un poco ante el movimiento.

─Pensé en nombres para nuestro hijo.─confesó, poniendo su mano en el vientre de ella.─Si es varón, será Mehmed, y si es una niña, será Safiye.

─¿Que haría si tuviera una niña? ─tal pregunta de Şahnaz puso a reflexionar a Murad

─La amaría de todas maneras, porque sería lo único valioso en mi vida además de ti.

Aquellas palabras significaron miles de cosas para la joven embarazada, sonriendo internamente al sentirse tan querida por el Sultan, era preciada para él, y ella lo sabía, lo recordaría siempre.

Pero sin saberlo, no era simplemente preciada para el Sultan Murad, sino que lo era todo para él, su amada, la madre de sus futuros hijos. Ella era todo lo bueno reunido en una persona. Estaba enamorado de ella, pero su duro corazón incapaz de decírselo.

─Habrán dos ataúdes vacíos, un funeral en homenaje a Hafsa y Rabia.─informó, su voz suave

─Este acontecimiento es triste, demasiado lamentable, ¿quien imaginaria que eso sucedería? ─Şahnaz respiró profundo y exhaló

─Este acontecimiento es triste, demasiado lamentable, ¿quien imaginaria que eso sucedería? ─Şahnaz respiró profundo y exhaló

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Publicación: Viernes, 10 de Noviembre, 2023.

𝐋𝐚 𝐂𝐨𝐧𝐜𝐮𝐛𝐢𝐧𝐞 𝐝𝐮 𝐒𝐮𝐥𝐭𝐚𝐧. 𝑰𝒎𝒑𝒆𝒓𝒊𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora