Los delicados dedos de Şahnaz pasaban por el ondulado cabello rubio del Sultan, quién dormía plácidamente en el pecho de su Consorte, había sido un día bastante cansado para él, y su única tranquilidad era la mujer a su lado y sus hijos.
─Eres la madre de mis hijos, eres la Consorte a la que prefiero, y a la mujer que me domina como ninguna ─Murad decía aun adormilado
─Y me encanta saber que soy esa mujer.─Şahnaz mostró una suave sonrisa
Murad plantó un beso en los labios de Şahnaz y luego se bajó de la cama para vestirse. Sus pasos eran firmes y precisos aún después de que solo había pasado unos minutos de haberse despertado hasta los ganchos que sostenían su ropa, y su cabello dorado algo despeinado atraía la atención de la mujer acostada en el suave colchón.
─J'aime la vision que j'ai de mon sultan.─Şahnaz susurró, levantándose de la cama y poniéndose su vestido
─Tengo que aprender francés para poder entenderte.─Murad dijo, acercándose y besando la frente de su Consorte
─Yo misma le enseñaré algún día, mi señor.
─Como quieras, Sultana mía.─dijo el, para luego cambiar de tema.─Nuestros hijos deben extrañarte, al parecer no son como yo, que fui criado por una nodriza, y la Sultana Kösem se hacía cargo de la política imperial.
─¿Quien fue su nodriza? ─la curiosidad inundó la mente de la joven francesa
─Fue una mujer joven, se llamaba Umay, Umay Hatun─respondió él, suspirando pesadamente al recordar momentos dolorosos de su infancia.─La Sultana Kösem la envío al viejo Palacio cuando ascendí al trono.
─Sería bueno que la trajeras, quiero conocer a la segunda madre de mi Sultan.
─Lo haré, algún día. Estoy seguro de que ya debe tener varios hijos con un comerciante.
Kösem cargaba su nieto menor, el pequeño Şehzade Bülent, que ya tenía más de cinco meses de edad.
─Mi adorado nieto, cada día estás más grande.─susurró suavemente, su mirada llena de adoración
Mientras que el Şehzade Mehmed era mimado por Fátma Sultan, y las gemelas Esma Sultan y Bedia Sultan estaban con Atike.
─¡Atención! La Sultana Şahnaz está aquí.─anunció un Agha, abriendo las puertas de los aposentos y dejando entrar a la hermosa dama, vestida con un color azul claro
Şahnaz entró y sonrió al ver a todos sus bebés allí, Mehmed, Esma, Bedia y Bülent, todos estaban alegres de estar con su abuela y tías.
─Sultana madre.─realizó una reverencia ante la madre de Murad y luego se giró hacia la dirección de las princesas Otomanas, haciendo otra reverencia.─Sultanas.
─¿Te gustaron las joyas que te obsequie cuando Bülent nació? ─Kösem preguntó
─Son bellísimas, Sultana.─ella se acercó y besó la frente de Bülent.─Es un bebé bastante tranquilo.
─Al igual que Mehmed y las gemelas.─añadió Fátma, poniendo a Mehmed en el suelo y dejándolo caminar libremente
─Tiene toda la razón, Sultana Fátma. Mis cuatro hijos son demasiado tranquilos.─Şahnaz dijo
─Tienes suerte.─susurró Atike
24 de Enero, año 1639
Ya no era raro que Gülbahar Hatun ya no fuera solicitada por el Sultan, su habilidad de ocultarse entre las sombras la ayudaba bastante para no tener que soportar estar en presencia de un hombre que odia con todo su ser.
Sus ojos ya estaban fijos en un Agha, específicamente en Erdem Agha, un seguidor de Şahnaz Sultan.
─Hatun.─el hombre realizó una reverencia respetuosa ante la joven dama
─Erdem.─saludó con confianza
─¿Desea que haga algo por usted?
─Te deseo a ti.─confesó sin pena alguna
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Publicación: Miércoles, 10 de Abril, año 2024.
Colombia, Departamento de Caldas, Municipio de Neira.
