Capitulo 17

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Las temblorosas manos del Sultan abrieron la puerta, sus ojos azules se fijaron con una ira creciente en su corazón y con traición llenando su mente. No podía creer lo que tenía frente a el, su hermano y su consorte, ambos entrelazados entre gemidos y placer.

─¡¿Que significa esto, Kasım?! ─ la fuerte voz aterrorizó a los personajes en la cama

Kasım se apartó bruscamente de la joven mujer y se vistió lo más rápido que pudo, mientras que Muazzez se quedó inmóvil en su lugar, demasiado asustada para moverse.

─Murad, puedo explicarlo.─el Şehzade avanzó unos pasos hacia su hermano mayor

─¡Traidor! ¡Traidores! ─el tiró la botella de vino vacía al suelo, rompiéndola con fuerza en el suelo alfombrado

Finalmente, Muazzez se sintió impulsada por el miedo y el sentimiento de ser descubierta y se vistió y salió corriendo de los aposentos.

─Que los verdugos maten a esa traidora.─ordenó con una voz dura y fría a su compañero Silahtar, luego volvió su mirada a su hermano menor.─¿Quien te crees para estar con una mujer de mi harem?

─Esa mujer vino y me sedujo, y yo...─Kasım dijo, hasta que los ojos penetrantes de Murad lo hizo callar

─Y tú cediste ante ella.─el Padişah se acercó con pasos lentos, pero firmes hacia el joven Şehzade.─No solo cometiste traición hacia mi, sino también hacia las leyes que puso la Sultana Kösem, la decepcionaste a ella y a mi.

─No metas a nuestra madre en esto, Murad.

─Tu no me ordenas.─dijo Murad, para luego añadir.─Y esa mujer no es más mi madre, solamente una enemiga.


























28 de Diciembre, año 1637

La madrugada de ese día, Muazzez corría pro los pasillos, en busca de un refugio. Entró en unos aposentos vacíos y se sentó en el suelo, abrazando sus rodillas mientras rezaba para no ser encontrada.

Los pasos de personas resonaban por fuera de su escondite, ella temblaba y susurraba oraciones, se arrepentía de todo lo que había hecho o había intentado hacer con el hermano menor del Sultan.

Sus ojos se cerraron con fuerza cuando abrieron bruscamente la puerta de los aposentos y los verdugos entraron.

Uno de ellos envolvió entre sus manos una soga y la estiró con fuerza, otros dos agarraron los brazos de Muazzez para evitar forcejeos, luego la soga se envolvió rápidamente en su cuello y comenzó a apretar.

─Esma, Bedia, perdóneme por todo, ruego por sus perdones.─susurró, antes de cerrar sus ojos para siempre













Murad se sentó en el borde del sofá en los aposentos de su querida consorte Şahnaz, la veía durmiendo junto a su hijo Mehmed, y con otro bebé creciendo en su vientre. En absoluto silencio los observaba con toda su atención, pensaba en todo lo malo que le había pasado en su vida de niño y en su vida de adulto.

─¿Murad? ─Şahnaz se sentó en la cama, mientras tallaba suavemente sus ojos.─¿Que haces aquí?

─Vuelve a dormir.─ordenó con voz baja y tranquila

─Dígame, ¿sucedió algo? ─los ojos de la mujer se posaron en el alto hombre

Murad dudó en contarle, pero respiró hondo, luego fue y se sentó junto a ella

─Descubrí a Kasım y Muazzez juntos, mi propio hermano me traicionó con la madre de mis gemelas.

─Sabía que Muazzez no era de confiar, era tan ambiciosa como la Sultana madre.











30 de Diciembre, año 1637

Tan pronto como se hizo el funeral de Muazzez, Kösem se volvió más perseverante con la idea de destronar a Murad, pero su idea era equivocada, ya que el Sultan tomó precauciones, y encerró a Kasım en los kafes, y prohibió a Kösem de involucrarse con la política.

Şahnaz estuvo en su mejor momento: Estaba embarazada y tenía casi todo el control en el Harem.

─El principe Mehmed será todo un conquistador de mayor.─comentó Lalezar al ver al Şehzade ser adorado por las otras concubinas

─Seré una madre orgullosa.─Şahnaz soltó una suave risa, se detuvo al ver cómo dos criadas traían a las gemelas Esma y Bedia

─Su majestad desea que desde ahora usted se haga cargo de las Sultanas.─informó una de las sirvientas

Şahnaz asintio y luego extendió sus brazos para cargar a una de las gemelas, Esma Sultan.

─Son las Sultanas más bellas que he visto.─murmuró sonriendo, besando las regordetas mejillas de la bebé, haciéndola reír

Bedia Sultan fuera colocada en su regazo, mientras Şahnaz les daba atención y cariño que les faltaba ahora que su verdadera madre no vivía más.

Las concubinas se acercaron y se sentaron alrededor de la Sultana Şahnaz, mientras seguían mimando al Şehzade Mehmed.

─Mi Sultana.─una de las concubinas llamó

─Dime, señorita.─ Şahnaz miró hacia la joven

─¿Puedo cargar a la Sultana Bedia?

─Por supuesto, ¿Cuál es tu nombre?

─Soy Reyhan, mi Sultana.─ respondió la jovencita, alzando entre sus brazos a Bedia

─Bonito nombre.─opinó en voz baja





Publicación: Sábado, 9 de Marzo, año 2024.

𝐋𝐚 𝐂𝐨𝐧𝐜𝐮𝐛𝐢𝐧𝐞 𝐝𝐮 𝐒𝐮𝐥𝐭𝐚𝐧. 𝑰𝒎𝒑𝒆𝒓𝒊𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora