Capitulo 11

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El corazón de Şahnaz latía con gran preocupación, no paraba de pensar en Elanur, ¿que es lo que podría pasar?

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El corazón de Şahnaz latía con gran preocupación, no paraba de pensar en Elanur, ¿que es lo que podría pasar?

Lo más angustiante era como Murad tomaría toda la situación, habían tantas posibilidades, de manera inquieta caminaba de un lado a otro en sus aposentos, el llanto del pequeño Mehmed la saco de sus pensamientos.

─Mehmed, mi príncipe ─murmuró, yendo hacia su cuna y levantandolo para cargarlo entre sus brazos, arrullandolo.─Sh, sh... Tranquilo, mi vida.

El pequeño príncipe balbuceó suavemente antes de caer en un sueño profundo. Poseía unos cabellos dorados al igual que su padre, y sus ojos eran color verde.

─Te protegeré hasta que de mi último respiro.─prometió en voz baja

El bebé entre sus brazos era todo a lo que podía aferrarse, era su mundo entero, y no dejaría que nada ni nadie le hiciera algun daño, no importaba si tenía que asesinar a alguien para lograr su supervivencia.

─Tu madre será fuerte por ti.─le decía

Abrió las puertas de sus aposentos y salio de allí, y se encamino a los aposentos del Sultan, sabía que Murad pasaba por momentos estresantes, y tal vez, ver a su único hijo lo alegría.

Al llegar, se encontró con Silahtar Paşa

─No puedo creer que pasaste de ser un Agha a un Paşa, y también convertirte en el mejor amigo de su majestad.─sonrió suavemente

─La vida da muchas vueltas, Sultana.─el hombre dijo, su mirada se posó sobre el príncipe.

─Concuerdo, Silahtar Paşa.

Se dirigió a la entrada a los aposentos más grandes del Palacio, los guardias sin decir nada abrieron las puertas, indicando que podía pasar, algo que nunca había pasado, pero no le dió importancia.

Se adentró en el lugar y encontró al Padişah mirando a los gemelas, lentamente avanzó hacia el.

─Su majestad.─realizó la debida reverencia

─Şahnaz.─Murad mostró una ligera sonrisa y luego se acercó a ella sus ojos bajaron hacia el príncipe en brazos de su Consorte.

─Mehmed, hijo mío.─dijo suavemente, mientras su mano se dirigía a tocar la mejilla regordeta del infante

─El Şehzade crece sano y fuerte, mi Sultan.─comentó ella

El joven Sultan agarró a su hijo entre sus brazos y luego beso su frente, sus ojos se llenaron de protección y cariño hacia la pequeña criatura.

Şahnaz se acercó a las cunas y miró a las Sultanas, las hijas de Muazzez, las hijas de su rival, pero eso no quitaba el hecho de que tenía cierto cariño hacia ellas, después de todo, solo eran unas recién nacidas.

─Las Sultanas son un hermoso milagro.─susurró, su mano se extendió para tocar las mejillas de Esma y Bedia







La recuperación del parto era insoportable para Muazzez, pero mantenía la esperanza de recuperarse

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La recuperación del parto era insoportable para Muazzez, pero mantenía la esperanza de recuperarse. Cada noche se maldecia a ella misma por haber dado a luz a niñas. Había quedado en ridículo luego de que durante su embarazo juraba que tendría un principe y paso lo contrario.

─Me voy a morir, Lalezar, eso es lo que pasará.─decía ella, mientras se recostaba en la cama

─Debería decirle a la doctora para que te dé medicinas para el dolor.─la Khalfa avanzó un paso y puso su mano en la frente de la Kadın.─Por Allah, estas ardiendo en fiebre.

─¿Moriré, Lalezar?

─No digas tal cosa, obviamente vivirás, y cuidarás a tus hijas.









Desde el primer golpe que le había dado su propia madre, Elanur había cambiado drásticamente de personalidad

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Desde el primer golpe que le había dado su propia madre, Elanur había cambiado drásticamente de personalidad.

Solía usar colores alegres y llamativos, pero ahora solo usa vestidos que reflejan su tristeza y pronta madurez. Cada vez que se miraba en el espejo, recordaba la niña que fue alguna vez, antes de conocer a su único amor, su propio primo.

─¿Que se supone que haré? ─preguntó en un susurro para si misma, había estado bastante tiempo cargando a su primo menor, el Sultanzade Süleyman, arrullandolo entre sus brazos

─Ela...─un suave murmullo salió de los labios del pequeño, mientras se acurrucaba más cerca

De lo que si estaba segura, era de que no se dejaría pisotear de nadie, incluyendo a su madre, no dejaría que le dijeran que hacer.











De lo que si estaba segura, era de que no se dejaría pisotear de nadie, incluyendo a su madre, no dejaría que le dijeran que hacer

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─¿Ya sabes lo que hizo la hija de tu hermana preferida? ─Fátma miró a su hermano

─¿De qué hablas? ─Murad alzó su mirada de los papeles en sus manos

─Nadie más que yo es capaz de decirte la verdad.

─Habla de una vez.

─Elanur ha compartido el lecho con el Şehzade Kasım.─confesó

─Es mentira, mi sobrina no haría tal cosa.─se puso de pie de su silla y empezó a caminar por toda la habitación, cada segundo que pasaba, su ira se hacía más grande.─¡Aghas!

Los guardias entraron de inmediato, levemente asustados por el tono de voz del Sultan, pero era algo normal para ellos verlo enojado.

─Traigan a la Sultana Hanzade y a Elanur Hanım ante mi, lo más rápido posible.

Publicación: Lunes, 15 de Enero, 2024.

𝐋𝐚 𝐂𝐨𝐧𝐜𝐮𝐛𝐢𝐧𝐞 𝐝𝐮 𝐒𝐮𝐥𝐭𝐚𝐧. 𝑰𝒎𝒑𝒆𝒓𝒊𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora