Capitulo 9

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Esa tarde habían calentado sus almuerzos, Edd se había marchado desde la mañana y dejo una nota pegada en el refrigerador:

"Chicos, estoy de ida al trabajo, pueden calentar sus comidas, están en la mesa, las guarde en aluminio para que no se descompongan o algo, ¡Coman bien!

A la vuelta traeré algo de pizza.

-Edd"

Al principio Tom al leer la nota suspiro, se hallaba algo inquieto, ¿Que haría si Edd estaba ya conociendo a alguien?, frunció sus labios ante la idea.

Pero desde conocer a aquellas dos féminas, las siguientes dos semanas se volvieron mejores, realmente habían conocido muchas cosas de las que ellos ni podrían tocar o consideraban tontas o incluso estúpidas.

No tenían ni una idea de cómo tratar de enamorar a alguien con su misma actitud, ¿Ah?

Eso explicaba la soledad sin novia en todos esos años de secundaria.

—Tienes un lindo pelo, Matt. —Halago Tord sonriendo de labios cerrados, que pillín, el era el único que iba aprendiendo bastante rápido de sus dos "maestras".

Puesto los primeras días se encontró coqueteando con chicas aleatorias, algo así como una pequeña práctica y es que por más gracioso que suene, en eso constaba aprender.

O al menos lo que las dos féminas les recomendaron a ambos.

El grupo de cuatro salía a algún club o bar, entonces las dos les mencionaban a ambos cómo debían actuar y cómo debían enganchar a alguna chica, claro, sin llegar a algo serio.

Enamorar ocasionalmente a las féminas sin usar su físico o su estatus social o algo derivado a eso.

Si no usando su propia actitud.

Tord por su lado lo hacía bien, la primera chica con la que hablo fue una muchacha rubia de pelo largo, camiseta sin mangas y cuellera de color blanco, llevaba pendientes de aro y una sombra de ojos oscura, se encontraba en la tabla cerca del bartender mientras miraba con melancolía su vaso de alcohol.

—¡Hola! —El noruego saludo alzando la mano enérgicamente, aunque una gota de sudor se deslizó por su frente.

Estaba nervioso y no era de hablar mucho con chicas tan guapas, temía que lo batearan ese mismo rato.

—¿Hola...? —La fémina levanto una de sus cejas, fijando al extranjero de arriba a abajo.
—¿Que sucede?, ¿Por qué la mirada triste? —Intento sonreír mostrando parte de sus dientes, pero sus labios simplemente se cerraron, como demostrando una mirada traviesa o divertida a labios cerrados.

"Pareces un perro."

Malditos traumas.

—Uhm, mi novia me dejó. —El cuernudo abrió los ojos, ¡Era una muchacha lesbiana!, maldijo para sus adentros.— Acaba justamente de hacerlo, ella simplemente me dijo: "Hey, creo que esto no va a funcionar, solo quería experimentar un poco, así que bye bye."

La rubia cruzó sus brazos sobre su busto algo grande.

—Llevaba cinco años con ella, ¿Todo ese tiempo fue una mentira...? —Suspiro adormilando la mirada.

Tord tenía que decir algo, ¡Tenía que hacer algo!, presiono su mandíbula nervioso mientras desviaba la vista a la mesa donde se encontraban la señorita Daphne y Laurel, mirándolo mientras lo animaban con las manos y mirada sería.

Pequeños Favores Entre Rivales [Multiship]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora