Capitulo 13

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Su depresión creció increíblemente, en lo que permanecia en aquella banca, erguido en su posición mientras cruzaba las manos.

Y es que, ¿Que casualidad no? Esperaba que ese día fuera totalmente normal y... ¡BUM!

Resulta que la empresa para la que estaba trabajando despidió a todos sus empleados por entrar en crisis...

O más bien por qué el dueño subasto la empresa a un buen precio estando ebrio y la nueva persona era bastante extraña, es decir.

¡¿Que demonios hace una especie de hombre lobo mutante con corbata comprando ese sitio?!

Vaya situación, suspiro en lo que negaba con la cabeza, suponía que sus días volviendo a cocinar para sus amigos y quedarse viendo la televisión volvieron...

Una leve sonrisa apareció en el rostro de Edd, bueno, al menos vería a sus amigos nuevamente, estaba algo cansado de que cada día termine casi desmayandose al entrar a casa, con suficientes ganas para dormir como una piedra.

Aunque es gracioso que no durará mucho tiempo.

—¿Chicooooos...? —Entro por la casa, con algo de cautela, pues aún era temprano de mañana, algo así como las nueve con quince, Edd bien sabía que los perezosos de sus amigos seguirían en cama mientras que el constaba de encargarse de la casa, aunque bien no sabe si habrían cambios al ahora haber estado ausente.— ¿Alguien despiertooo?

Murmuro a lo bajo, inclinándose por los portones que daban a diferentes habitaciones, fijando la vista a otros lados, nop, nada en absoluto.

—¡Tonto!, ¡¿Acaso quieres espantarlo?!, ¡Tacha ese lugar! —Edd se sobresalto con tal murmuro enfadado, a juzgar por el acento pudo deducir bien que se trataba del noruego, parecía realmente molesto.

¿Peleando de madrugada? No evito rodar los ojos, seguro que Tom hizo alguna tontería o Tord, ¿Quien sabe? Las situaciones para pelear de esos dos eran inmensas.

—¡Auch, pero no me grites o pegues! —Ahora la voz de Tom resono, algo cohibido, Edd alzó una de sus cejas confundido.

Máximo sabe que Tom respondería con otro insulto y no tan... dócil, con pasos silenciosos con la punta del pie camino hasta lo que parecía ser la habitación del de sudadera azul, ¿Desde cuándo Tord se conducía ahí?

Lentamente empujó la puerta con la esperanza de que no se escuche algún rechinido, una pequeña abertura fue visible para el, en lo que pudo notar lo que menos creería.

—¡Entonces has lo que te digo y tacha ese lugar! —Tord giro la cabeza hacia el de cuencas, jalandolo de una de las mejillas y mirándolo con molestia.
—¡Ay, ay, auch!, ¡Ya, ya! Ahora mismo... —El británico curveo ambas de sus cejas mientras agarraba una hoja de papel y tachaba con un marcador rojo.

Ambos chicos que llevaban tiempo odiandose estaban en la cama del británico, sentados lado a lado en posición india mientras Tord ponía ambas de sus manos sobre sus piernas, el otro se mantenía sosteniendo en una de sus manos una hoja y en la otra el respectivo marcador rojo.

Edd se quedó con las pupilas pequeñas, ¿Acaso ya se llevaban bien?, una leve sonrisa apareció en su rostro mientras los veía como una orgullosa madre, claro... como si el hubiese hecho algo para que se arreglen, aunque hipotéticamente fue así.

Pero, ¿De que estaban hablando?, ¿Tachar?, ¿Lugar?

—Te lo digo en serio Thomas, si quieres que tu cita salga bien no te atrevas a ir a esos sitios... Mi madre siempre encontraba sujetos ebrios y agresivos que arrestar en esos restaurantes-bar. —Ahora Tord lo veía con seriedad mientras lo señalaba, Tom abrió sus cuencas y asintió mientras llevaba la punta del marcador a la comisura de sus labios.
—¿Arrestar?, ¿Tu madre acaso era policía?
—Lo es, ahora, ¡Apegate al plan! —Le dió un leve manotazo en la parte trasera de su cabeza, Tom presiono sus ojos por el impacto.

Pequeños Favores Entre Rivales [Multiship]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora