Capitulo 7

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—¿Seguro que no te enganchaste con eso?
—Nop, solo estoy leyendo.
—¿Por más de treinta minutos y en la sección de chicas? —Tord torció su mirada confusa, para empezar habían llegado a una tienda de revistas en un centro comercial, la tienda era bastante grande así que muchas secciones abundaban.

Pero a todo esto el cuernudo empezaba a considerarlo una idea tonta... Solo a ellos dos se les ocurría leer algo tan femenino para atraer a los chicos que les gusta, como si se autodenominaran mujeres.

Tom por el contrario se vio inerte y observando el sin fin de la categoría "chicas", al principio sus ojos tuvieron ligera picazón por los colores saturados y llenos de estampados de detalles.

Pero poco después se vio enfocado en eso.

—¿No quieres una falda también? —Tord le volvió a hablar, ahora él siendo quien se distrajera con otra revista de color rosa fucsia.
—De hecho, no me molestaría, ya sabes... —Tom cerro sus ojos mientras ponía una mano en su pecho, Tord alzó una de sus cejas intentando hacer memoria.— El concurso de la playa... me vesti de una reina abeja.
—¡Ohhh!, Bueno eso tiene mucho sentido. —Ahora soltó una leve risa, ganándose la media sonrisa del de cuencas.— Creo que el que no se vistió de mujer fui yo.
—Tranquilo comunista, ya llegará tu momento. —Burlo Tom dejando la revista a un lado.

Ambos suspiraron, se sentía que algo no estaba saliendo bien.

—Haber, ¿Que aprendimos de todo esto?
—¿Que si quiero conquistar a un hombre debo utilizar un labial brillante y ser atenta a sus gustos y aficiones para ser la chica ideal?
—Wow.

Ambos se miraron preocupados, nop, nada iba a resultar.

—¡Disculpen, jóvenes! —Se escucho una voz por el pasillo, ambos chicos totalmente confundidos giraron la mirada encontrándose con una fémina de pelo celeste y corto.— ¿Están perdidos?, Está es una sección de chicas, si quieren una sección más 'masculina', los cómics y consejos para todo hombre son allá.

Señaló con el pulgar detrás de su espalda.

—No estamos perdidos. —Pronuncio el noruego con ojos abiertos, mirando de lado al de cuencas quien asintió.
—¿Ajá...? —La fémina con polo gris alzó una de sus cejas, un gorro abierto se mantenía en su cabeza, como el uniforme de un empaquetador.
—¡Espera!, Tu cara se me hace conocida. —Ahora Tom la señaló, viendo que la mujer se ponía algo nerviosa.— ¡Ah, tú estabas esa vez que decidimos hacer películas!

Tord chasqueo los dedos con idea también.

—¡Es cierto!, ¿No te llamabas Laurel o algo así?
—Es Laurel. —Lo corrigió debido a su acento con la 'r' de alguna forma lo pronunciaba como si fuese francés o algo así.— Si he estado en alguna actividad con ustedes ya lo olvide, así que si me disculpan debo trabajar.

La fémina dió mirada molesta, pero justo antes de dar un paso con su pie levantado se hizo hacia atrás como un auto en estacionamiento.

—Oigan, ¿Que están haciendo aquí? Si quieren saber cosas de chicas, ¡Largo, no es la manera! —Se cruzó de brazos más molesta.
—¡Oye tranquila, no es como lo crees! —Tom se defendió por los dos.— Estamos aquí por qué tenemos ciertos asuntos pendientes.
—¿Ah si?, ¡No lo creo, todos lo hombres son tan idiotas como siempre! —Ahora se acercó a ellos levantando su pecho con cierto orgullo.

Tord en cambio solo estaba alzando las manos para que ambas personas se calmasen, pero como siempre, era el ignorado del grupo.

—¡LAUREL DONDE ESTAS! —Una voz femenina y agresiva se escuchó por todo el recinto... y eso que era grande.
—Ay no, ¡Es mi superior! —La pelician busco por los lados con la vista una manera de huir, más se espanto de solo ver la sombra de la otra mujer que al parecer era su superior.
—¡No te enseño lo básico de la tienda para que vengas a holgazanear y...! —Una fémina de pelo azabache se veía, con un fleco de ambos lados, el largo era corto y portaba el mismo uniforme que la fémina más joven de pelo corto, con la excepción de que portaba un mandil café con un bordado del nombre de la tienda.— ¡¿Coquetear con chicos?!

Vaya problema.

—¡No, no, no, discúlpeme señora, es solo que...!
—¡Y ustedes dos, si no salen de esta sección los voy a echar a patadas!

El duo se miro desafiante.

—¡Un momento, nosotros estamos siendo juzgados de mala forma! —Tord hablo con tono fuerte, ahora era un dos versus dos.— ¡Solo queríamos algo de información!
—¿Que?, ¿Ahora van decirme que son chicas trans o algo así? —Levanto una ceja mostrándose desafiante.

Ambos dúos gruñeron, o al menos Tord y la azabache.

—¡Vamonos! —Tord miro con las cejas hacia abajo al de cuencas, mirándolo sobre su hombro.
—¿Estamos betados o algo así?, Bueno, al menos ya no es mi culpa. —Sonrio mostrando los dientes.

Claro... el suceso del arpón y la ballena.

—Señora, disculpe, ¿No está esto en contra de el reglamento? —Laurel con voz baja le murmuro a la mayor, quien se mantenía de brazos cruzados.
—Si hablas de esa regla dónde se menciona que "El cliente siempre tiene la razón", Estos no son clientes, son degenerados.

Algo hizo tin en la mente del noruego, Tom abrió sus ojos en cuanto noto que esos característicos cuernos se ponían casi rectos, como si fueran las orejas de un animal.

Eso solo podía significar...

—Oh no... —Entrecerro uno de sus ojos con pena.
—¡Ah ahora sí que se pasó!, ¡Yo no soy ningún degenerado! —Grito agresivamente, su acento se estaba detallando más al mencionar cada palabra.— ¡Juro que los voy a demandar maldita tienda del infierno!
—¡Inténtalo sopenco!

Los dos restantes buscaron calmar al contrario que era su compañero, vaya que hasta se iban a ir a una pelea.

—¿Oye quieres ayudarme un poco o no? —La pelician tiro de la manga de la sudadera de Tom cinco veces.— Si no hacemos nada mi superior y tú amigo se van a tirar de la tienda.

Ahhh, supongo que no había nada que hacer, ¿No? Tom protesto con un quejido a boca cerrada, mirando con molestia a ambos dúos enojandose el uno con el otro.

Que bien que el noruego no trajo ningún arma.

—Mira, nosotros no vinimos a nada de conquistar chicas, de hecho... —Se inclino ante la fémina, acercándose a su oído mientras con su otra mano cubría su boca y le susurraba.

Pero en cuanto el contacto fue hecho, Laurel paso de una cara confundida a una totalmente estupefacta y algo avergonzada.

—Uhm, ¿Señora? —La chica se encamino a su superior quien ya se estaba desamarrando el mandil.
—¡Ahora no Laurel!, ¡Necesitamos limpiar este lugar, si me entiendes!
—¡Pero señora! —Tiro de su polo dos veces, indicándole que se agache, la fémina azabache con expresión aburrida suspiro, dejando que la pelician le mencionara lo que quisiera.

Y cuando lo hizo el rostro de la mayor se torno a uno de pura estupefacción, dió una mirada rápida hacia el de azul y luego al de rojo y torció la comisura de sus labios mientras sus cejas estaban en línea recta.

—No me...

Lo que se escuchó de seguido fue un Tord cayendo de espaldas cual piedra al escuchar de parte de Tom que tuvo que contar todo el tema ridículo del por qué estaban en esa sección.

Que vergüenza...

Por ambos lados claro.

Pequeños Favores Entre Rivales [Multiship]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora