Pequeños Favores Entre Rivales [Multiship]

Capitulo 47

Hemos llegado al último capítulo 🙏

Capitulo largo.

Leer notas finales.
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Tom suspiro mientras jugaba con los cordones de su sudadera azul, como si estás mismas fueran a decidir sobre como iba a sentirse luego de esto.

Y que... ¿Que tonto no...?, De todos modos, ¿Que esperabas?

Tanto Edward como Tord, ninguno lo quería.

Ninguno.

Quizás, quizás el sentía que si se lo merecía, ¡Por supuesto!, ¡¿Quien demonios hubiese pensado que podría ganar?!

Esto está perdido, pero el no puede volver a la tristeza de estar solo.

Está solo.

No hay más Tord como su amistad, por qué la arruinó, definitivamente.

El en verdad lo odia.

Necesitaba... quizás necesitaba un trago, un largo trago, o una noche entera de trago, si, quizás así podría olvidarse de lo que siente.

Quizás con eso podría olvidar que nadie puede quererlo.

Quizás con eso podría... olvidar lo que siente por Tord.

Apretó ambos cordones entre sus manos, ¿Su habitación había sido siempre tan oscura y deprimente?

No.

Quizás...

¿Podría hacer algo mejor que intentar tomar...?

Su mente indagó en cuanto vio el perchero de su cuarto, ¿Ah? Tord olvidó una de sus sudaderas ahí.

Oh.

El estaba sentado en el frío piso debido a la sombra que ocasiona la cortina al cubrir su ventana, aún si se veían leves rayos de sol del atardecer por afuera.

Ah.

Cuánto anhela que Tord este ahí con el, realmente, se acostumbro a su presencia, aún si al principio lo odiaba, poco a poco el hecho de ser amigos lo reconfortó.

Tord no era un tipo odioso, el podía ser realmente listo, ciertamente no sabe en qué momentos indicados debe bromear, es un aficionado, tiene determinación si se lo propone y...

Es muy bonito y apuesto.

Se levantó, admitió que sus piernas tuvieron un mal calambre, camino hacia el perchero junto a su armario, fijando la mirada en la sudadera de Tord.

Y...

Cerro la mano, hecha un puño, mientras achicaba los ojos con dolor, aceptando que no podría aferrarse a Tord.

El no ama a Tom.

Ama a Matt.

Y tal cual un muñeco, dejo caer su mano, fijando la vista a otro sitio del perchero.

Y alzó nuevamente su mano, pero está vez no se dirigió a la prenda de Tord, se dirigió a su abrigo negro de invierno.

Quizás, Thomas tiene una mejor idea para ya no sufrir más con esto.

—¡Te lo prometo Matt!, ¡Los parches me han dado una relajación extrema!, Ya no me duele la espalda al dibujar o la mano.
—¿Sirven para la cara también? —Matt alzó una ceja confundido levemente.
—¡Oh!, ¡Tom!, ¿Vas a salir? —Edd quien estaba sentado en el sillón en la posición donde se podía ver quién salía y entraba alzó la cabeza mientras veía al inglés de cuencas con su abrigo negro, casi simulaba como el de Tord en su adolescencia.