¿Seguiré sintiéndome sola estando contigo?
Mis ganas se fueron apagando después de cada pistón a mi salud mental.
Anteriormente, me carcomía el pensamiento de no estar a tu lado, que me alejaras o que simplemente dejaras de quererme. Y ahora cuando muestras interés se siente tan irreal. Como si intentaras compensar algo mal.
¿Me estás mintiendo? ¿Estás jugando de nuevo?
Me derrito, siento algo tan frío en el pecho, pero también que arde como si estuviera quemándose desde adentro.
Intento volver a sentirte, a verte como antes. Pero a veces hasta siento asco de tu toque, de tu perfume, de tu risa.
Extraño ese momento en el que te conocí y no habían pasado tantas cosas, extraño ese silencio en mi mente que ahora permanece en alerta cuando estás cerca.
Añoro sentirme segura en tus brazos, querer correr a verte para que me hagas sentir alivio de mi malestar.
¿Es que ya esto se volvió monótono? ¿Te has vuelto insípido para mi vida? ¿Qué hicimos mal?
No tengo la culpa, pero se siente ese pesar como si lo fuese.
Maravillada e ilusionada con tus mentiras. Solitaria en esos días en los que ni volteas a verme. Fría cuando tus brazos me envuelven.
Y solo quedas tú.
Tú y tu ego que puede hacerle competencia a un rascacielos. Sin miedo a perderme, sin mirar si estoy caminando a tu lado, me dejaste atrás.
¿Tan poco valgo para tí?
Es como escuchar a la pared, con sus golpes y crujidos. A veces con su silencio cuando no estás.
Puedo verte, hablarte y estar a tu lado, pero hay un millón de preguntas en mi cabeza que sencillamente gritan, imploran y rabian por alejarme de ti.
Quizá caí en la rutina de odiarte, tal vez ya dejé de amarte.
A lo mejor ya hay otra persona, o no.
Me permito cuestionarme, hablarme y razonar. ¿Solo es por momentos en los que ya no quiero verte o es definitivo?
¿Me amas aún? ¿Puedo volver a ti?
Y aquí me quedo, sin conseguir ninguna respuesta tuya. Estoy en la oscuridad de la habitación, en silencio y se siente salado.
Mientras tú estás en tu extasis, yo me encuentro en la esquina de esta habitación en crisis.
A la vez que enciendes el fuego, yo me consumo en temblores y mi intranquilo corazón no deja de golpearme.
Al mismo tiempo, tú eres feliz, eres tú mismo, haces lo que querías hacer antes de conocerme.
Ahí es cuando me pregunto:
¿Seguiré sintiéndome sola estando contigo?
ESTÁS LEYENDO
Susurros del vacío
PoetryMusitando suaves escritos, llenos de susurros y gritos, para un solo lector, te dedica el escritor.