Susurros del vacío

|• 17 •|

Intentaré hallarme en ese camino sin rumbo.

Aquí estoy de nuevo, distorsionando la realidad para creer que aún estás conmigo.

Sigo disociando, aliviando mi estrés, mi desesperación. Buscando la forma de controlar este rechazo convertido en mal humor.

Desearía encontrar algo así de fácil, encontrar la paz.

Funcionar en piloto automático no me está dando buenos resultados.

Estoy exhausta, en un límite muy cuestionable.

Desearía seguir fingiendo que todo está bien, pero el reflejo en el espejo está sin un ápice de luz, de ilusión. Veo sus marcadas ojeras, esas pecas transformadas en trazos que indican que estuviste ahí.

Salpica y salpica.

Tu indiferencia duele, pero cada vez pienso menos en ti. Dejo de enredarme en mi cabeza, cuando sé que en realidad está sucediendo.

Posiblemente ya encontraste a alguien y no tengo la forma de explicar que eso me tranquiliza.

Es confuso, desde el principio lo fue.

Podría describir con detalle cómo entraste por la puerta ese día, camiseta negra, jeans y zapatos azules.

Tu cabello como nido de pájaros, enredado con cada problema que llevabas.

Así suelo despedirme. De ti, de tu recuerdo, de que te amé de esa manera tan... auténtica.

Ahora tengo una pequeña versión de nosotros, su sonrisa deslumbra y digo 'no fue tan malo después de todo'.

Porque ya no solo quedo yo, ahora queda él que cada día necesita más de mí.

Y pongo fin a la necesidad de saber cómo estás, de saber si has estado durmiendo o comiendo bien.

Dejo tus maletas, las que cargaba yo por ti, porque crees que nunca hice nada.

Ahí estás, en tu oscuridad disfrazada de luz, aunque sabes que la tuya es más siniestra que la mía.

No somos compatibles y lo entendí tarde.

No somos nosotros, es ese típico ciclo en el que yo soy un limón y tú una manzana.

Este es el adiós, ya no me resisto a dejarte ir.

Puede que me haya perdido en el camino para salvarte, pero seguiré adelante.

Intentaré hallarme en ese camino sin rumbo.