Susurros del vacío

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Recuerdos

En momentos de soledad, siento un anhelo ansioso de conversar contigo.

Aunque no eres lo que necesito, más bien te has convertido en un hábito que me consume.

No me reprocho por haberme ido, era necesario. No te culpo por no haberme detenido, sabía que ya no sentías nada.

Cometí el error innumerables veces, te elegí por encima de todo, cuando para ti yo era la última en tu lista de prioridades.

Te mantenía a mi lado a la fuerza, cuando anhelabas escapar de lo que mis "te quiero" implicaban.

Está bien dejarte ir, está bien que ya no pienses en mí.

Las frías madrugadas y mi insomnio se preguntan por qué lo hiciste. Por supuesto, al buscar calor en otros brazos fríos mientras que en los míos permanecías ardiente. El tener que buscarme en otra musa que ansiaba la atención de otro poeta, ya que el suyo permanecía insensible a su toque.

¿Por qué decirme "te amo" cuando tu corazón pertenecía a otra?

Y ahí, en la oscuridad, sola, vacía y con un millón de preguntas en la cabeza, solo se repite constantemente "¿Por qué? ¿Por qué tenías que hacerme tanto daño? ¿Por qué siento que fue mi culpa?"

Sé que nunca tendré una respuesta a tantas confusiones en mi cabeza.

Ahora solo tengo una conversación llena de promesas y "te amo" falsos.

Una galería de recuerdos a tu lado.

Canciones que cada vez que las escuche me recordarán a ti.

Series y películas que tienen tu risa o comentarios grabados en ellas.

Hasta ahí, en esas cicatrices en mi brazo, líneas parecidas a las tuyas.

Solo queda eso, recuerdos.

Recuerdos que me atormentarán toda la vida.