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El dolor en silencio

Quiero empezar de nuevo, queriendo sin querer, tocar sin sentir y hablar sin escucharme. Que el silencio esté presente cuando te tenga de frente. Tal vez es más como una pesadilla que un sueño.

Una pesadilla al volver a estar contigo, ser de nuevo lo que nunca quisiste decirme que era.

No miento al decir que tengo miedo, miedo a tenerte cerca y tan lejos otra vez.

No quiero perder el tiempo, tampoco a mí misma.

Dije haberte olvidado, supe que lo hacía cuando pude decir tu nombre sin tener esa compresión en el pecho que dolía tanto.

Sentí que no sabía a qué referirme cuando decía hundirme, hacer referencia a cómo te ahogas cada día es difícil. Es como tener la necesidad de huir, de esconderse...

Sé que nada se arregla con un 'lo siento'. No puedes arreglar un plato roto solo diciendo 'perdón'. Así funciona el mundo, supongo.

Sé que hay algo en mí, muchas cosas a la vez, que aún no sanan y tal vez no lo harán. Y que esa luz que me diferencia a los demás no volverá a aparecer, no sé si tener esperanzas a que vuelva.

No puedo aparentar lo que no soy. Cansa más que ser yo misma.

¿Cómo creer en mí cuando yo soy la que se hunde más con un solo pensamiento?

¿Cuándo podré dejar de fingir?

Porque nunca decimos que sentimos en verdad, tampoco nos mostramos como en realidad somos.

Llega el momento donde ya no hay camino y no sabremos quienes queremos ser..., porque hay trozos de nosotros mismos perdidos, que al encontrarlos están tan descuidados y se desmoronan al simple tacto.

Olvidamos sentir un ápice de tranquilidad cuando agonizamos. Es tanto el dolor que el mañana dejo de existir por el momento, que la esperanza se fue junto con las lágrimas.

No puedes hacer nada, no puedes ayudarme. Solo puedes hacer que me hunda más.

¿Qué pasará ahora? ¿Qué pieza del corazón debo de seguir, cuál de las miles de quebraduras debo cerrar? ¿Qué se supone que deba sentir ahora?

Caí tan bajo, deje que jugaran con lo que aparentaba cuidar. Permití que entrara sin saber que, tiempo después, se llevaría todo.

¿Cómo puedo salir si con cada paso me hundo más en el lodo?

Soy una historia más que se le contará a otros, teniendo un final trágico.

Escuchar tu voz en la lejanía, no mentiré al decir que suena apagada, sin emoción.

Entiendo el miedo a querer y perder. A agarrar y soltar.

No pido que te quedes, solo aléjate y déjame aquí. Creo que es lo mejor para ambos.

Habla tanto como quieras, grita si es necesario. Creí que llorar era algo  malo porque así se reflejaba como estaba por dentro realmente... pero en lo exterior no pasa de un leve sonrojo, ojos rojos y nariz congestionada.

Solo digo que si no sabes lo que quieres, no te detengas a explorar donde puede haber minas dispuestas a explotar con cualquier toque.

Aun duele, no sé cómo sentirme completa de nuevo.

Sigo creyendo que volverás y dirás que todo mejoró contigo, pero es como si hubieses desaparecido de la tierra.

Esperar y esperar. Dejaré de hacerlo para así parar con la angustia.

¿Por qué siempre tiene que ser todo o nada?

Todos somos un caos a veces, algunos más desastrosos que otros...

No siento nada más allá de tristeza y desesperación. A veces olvido que otro sentimiento existe.

Al terminar la historia, llegué a una conclusión:

Gracias por ser la primera persona que, a pesar de todo, te fuiste cuando debiste hacerlo.





Hay una historia que involucra al Sol y la Luna. Se dice que ambos estaban enamorados, pero condenados a nunca estar juntos. Ya que uno salía para hacer brillar el día y el otro para hacerle compañía a la noche.

Y me pregunto, ¿extrañará la luna al sol, o viceversa?

Y entonces, surgió el eclipse.

Un final feliz, ¿no?

Susurros del vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora