CAPÍTULO III

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«Convertido en presa»—Hurt ; Emeli Sandé—

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«Convertido en presa»
—Hurt ; Emeli Sandé—

«Convertido en presa»—Hurt ; Emeli Sandé—

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Sintió como la piel se le erizaba y mientras miraba como el Delta se alejaba, con él se alejaba esa fragancia que había estado buscando durante la última hora. No se lo esperaba así; alto y fornido, parecía ser un animal grande o alguno que tuviera bastante fuerza al menos y su aroma era tan fuerte que le dejaba claro que era de alta casta a pesar de ser un Delta—los cuales naturalmente son de casta baja debido a que se encuentran en la parte más baja de la cadena social-biológica—.

Un hijo de dos padres Deltas sin duda saldrá de la misma jerarquía, cosa que se da con cada una de las especies... ya sea alfa, omega o gamma, mientras sean dos iguales, saldrá la misma raza, pero si son un padre Omega y uno Alfa, la cosa cambia, de igual modo con Deltas y Gammas, puede salir Gamma o Delta e incluso... un Alfa de un Delta, o un Delta de un Alfa. Es todo una ruleta rusa genética con la que jugar. Pero Yuji apostaría que ese, era hijo de ambos padres Delta, tenía el físico de un Delta puro, tenía el aroma de uno.

—Diablos —musitó mientras lo veía alejarse. No estaba listo para ir contra un Delta, menos si era puro y no un híbrido.

Pero la paga la necesitaba, la comida del mes no iba a comprarse con lloriqueos y el sonido de sus estómagos vacíos. Así que inhaló, exhaló y sacó su rifle, ahí en medio de la calle mientras los transeúntes pasaban a su alrededor... nadie haría nada aunque disparase en ese instante, a ellos les daba absolutamente igual. Un Delta no se mete en líos de otro, cada quien se las arregla solo en Hela.

Así que se quedó allí, bajo las luces de neón. Escuchando la melodía de los locales cercanos y los pasos de la gente.

Observó a través de la mira y quitó el seguro del arma mientras apuntaba, todavía podía ver el cabello negro y reluciente de su presa. Se alejaba sin tener idea de lo que iba a ocurrir, sin saber que en menos de un segundo la bala le habría atrevesado de lado a lado el cráneo como si estuviera hecho de gelatina. Estaba tan tranquilo...

Hunter Oddisey | TojiIta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora