[Jujutsu Kaisen BL]
Las cosas han cambiado para la sociedad e Itadori Yuji se dedica a ensuciarse las manos en una ciudad donde las cosas cada vez se vuelven más crueles. Ha experimentado en carne propia todo tipo de tragedias, pero llegó un punto e...
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Capítulo 19: "Choso".
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No podía hacer nada realmente, ya no había algo que le permitiese acabar con el vínculo que sin querer había formado. Lo único que le quedaba era aceptar lo sucedido o probablemente sus emociones comenzaarían a bajar más de lo que ya habían decaído, tras la muerte de su hermano ya nada le quedaba y aunque no quería formar parte de la vida de un Delta ni deseaba que este mismo entrara en su día a día... Estaba dicho ya, su mente estaba una y otra vez, recordandole que Toji esperaba una respuesta a su cortejo y si bien él no lo presionaba, sí podía sentir la forma en que el Delta se hallaba totalmente desesperado ante una respuesta que claramente no estaba obteniendo.
Sin duda estaba haciendole las cosas demasiado complicadas. En otras circunstancias, Toji ya lo hubiese mandado al diablo, pero por alguna cosa que no entendía, él estaba esperando sin apuro, al menos no uno verbal, porque dos semanas habían pasado ya y el moreno no había dicho ni una sola palabra, no lo buscó, no lo siguió, ni nada de ese tipo; simplemente no se atrevió a mantener ningún contacto. Le dio su espacio para pensar y reflexionar, eso de algún modo era realmente lindo y sería un completo idiota si no lo apreciara.
Pero todavía no sabía como debía actuar. ¿Debería buscarlo? de todos modos sabía donde vivía y eso cualquier otro lo consideraría una ventaja, pero Yuji más que considerarlo suerte, lo sentía como una condena a dar ese primer paso que cambiaría las cosas, porque sin duda...Toji ya había hecho demasiado, no podía pedirle más y lo tenía claro.
Suspiró pesado y finalmente se levantó de la cama en la que había estado durmiendo las últimas dos semanas, todos sus ahorros—o al menos la mayoría de ellos— se habían ido en esa desagradable habitación de hotel. Se estiró mientras caminaba hasta el pequeño cuarto de baño y cerró la puerta detrás de sí mientras iba dejando caer las prendas que hace una semana traía puestas, ni siquiera había tenido fuerzas para asearse o comer del todo bien, así que sus costillas ya comenzaban a resaltar contra su piel. Delicada barba había crecido en diferentes zonas de sus mejillas, dejando algunos sitios vacíos que lo hacían ver demasiado desaliñado, más de lo que Itadori quisiera aceptar. Iría con Toji, al menos para abrir la primera puerta que se cruzaba en el camino.
