[Jujutsu Kaisen BL]
Las cosas han cambiado para la sociedad e Itadori Yuji se dedica a ensuciarse las manos en una ciudad donde las cosas cada vez se vuelven más crueles. Ha experimentado en carne propia todo tipo de tragedias, pero llegó un punto e...
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23: “Cercanía” Die For You — The Weeknd.
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Observó alrededor, sintiéndose abrumado, estaba solo en el departamento que había compartido con su hermano. El aroma dejaba claro que no había estado allí y a los pies del armario seguían tirados las jeringas vacías que habían terminado con la vida de su hermano pequeño. Los viejos póster en el mismo sitio permanecían y podía ver el polvo sobre las superficies. Se sentía escalofriante, era técnicamente la escena de un crimen, era el sitio donde su hermano agonizó... Dolía todavía, y no había duda de que continuaría doliendo el resto de su vida.
Miró hacia la puerta, tontamente la había dejado abierta esperando que Toji apareciera. Aunque en su mente, era lógico que el moreno prefiriera no seguir adelante, había tratado de matarlo varias veces después de todo. Nadie sería tan idiota como para exponerse de ese modo al peligro, era obvio que no confiaría lo suficiente, sería complicado construir confianza entre los dos después de todo lo sucedido. Itadori no lo culpaba.
Suspiró pesado y cerró la puerta con cautela no sin antes mirar una vez más hacia el pasillo, esperaba que apareciera incluso si era consciente de que se había marchado cuando estaban todavía en mitad de la escalera. “No ahora” había dictado el Delta antes de retroceder del todo y aunque Yuji no lo esperaba, la negativa le dejó una desagradable sensación en el pecho, sin embargo, no iba a decir nada al respecto, ni una sola queja. Era imposible crear cercanía entre dos tontos que empezaron con el pie izquierdo. Itadori lo sabía, pero aún así se sentía como un idiota al haber sido rechazado, se confió debido a que Fushiguro lo había cortejado, pero... quedó como un payaso.
Caminó por la habitación y hurgó en el armario sintiendo que la bilis se le subía a la garganta al observar hacía abajo sin querer. Su mente fue tan traicionera que la imagen de su hermano allí, llegó como una bofetada monumental. Una arcada salió de su boca y se alejó rápidamente mientras las lágrimas se agolpaban violentamente entre sus espesas pestañas. Cubrió su boca sintiéndose abrumado y el nudo en su garganta amenazó con ahogarlo ante la inminente crisis que se levantaba en su contra al enfrentarse a lo que había estado evitando. No quería estar allí porque seguía en su mente la imagen al haber encontrado a Sukuna, no deseaba acercarse ahí pues pateó sin querer las jeringas vacías que resonaron contra el suelo al estar hechas de metal. La idea era entrar e irse lo más rápido posible, pero no pensó que sería así.
