CAPITULO 38

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~NARRA LA AUTORA~

Después de dejar la casa sin ser vistos, se dirigieron al punto de encuentro, de camino al lugar los recuerdos comenzaron a invadirlo una vez más.

Hacia 20 largos años que esperaba este momento, años en los que las sonrisas que una vez amo con locura se fueron desvaneciendo y ahora difícilmente les recordaba.

-Todo tiene su comienzo y fin, y el tuyo no sela mejol que el de tu maldito padle- soltó con burla.

Todos en el clan Lee pensaron que el viejo líder había muerto de un paro cardíaco, pero ese no había sido el caso.

Huang Xing Tian, el verdadero nombre de Cheng Yan Tao, le había inyectado aire en las venas, y antes de verle dar su último aliento le confesó quien era en realidad y el nombre de sus padres.

Al ver su cara de horror y el intento de querer gritar por ayuda, sin pensarlo tomo una sábana enrollando su cabeza y jalo hacia arriba con todas sus fuerzas, provocandole una decapitación interna.

Habiendo comprado a los médicos de cabecera, estos solo dijeron lo que se les había instruido dando paso de inmediato a la incineración del cuerpo para no dejar huellas de lo sucedido.

Hábilmente había dejado una carta con la letra falsificada del viejo dónde protegía a Shin Woo de su hermano, pues este había sido el único que le demostró tener humanidad en su ser y más aún al enterarse que si actuaba despiadadamente por órdenes de Long Tsu, no era por gusto, sino porque este tenía a su madrastra y hermana menor de rehenes.

Su celular comenzó a sonar, vio la pantalla y sonrió al ver de quién se trataba.

-Palece que estás más impaciente que yo.

-Solo me cercioró de que estés cumpliendo con tu parte del trato- se escuchaba el asiento de un hombre griego.

-Ahi están todos leunidos?

-Si, están con las garras afiladas.

-No es pala menos, después de tantos años de cazelia pol fin acabalon con estos 2 malditos puelcos.

No hubo palabras de contestación, solo el sonido de una carcajada malévola que parecía disfrutar lo que estaba por suceder.

La llamada se cortó y vio en su fondo de pantalla el cielo estrellado que siempre le daba ánimos para seguir adelante y no descansar hasta conseguir acabar con aquellos que tanto daño le hicieron a él y su familia.

Llegaron a una vieja bodega a las afueras de la ciudad, típico lugar para tratar asuntos de esta índole. Varias figuras se acercaron hasta el auto armados, escoltas para ser precisos ya que los peces gordos no se arriesgarían a caer en una trampa y bueno no sería fácil salir ileso de ese lugar de ser el caso contrario.

-Caballelos- dijo sonriendo de par en par- lo que tanto han anhelado pol fin está a su melced.

Abrieron el maletero y ahí pudieron ver a Long Tsu inconsciente, le sacaron llevándolo hasta lo que parecía una sala de operaciones clandestina, con podio de observación.

Le recostaron en la camilla y amarraron de pies y manos para evitar que hiciera una de sus maniobras sucias e intentará escapar.

Una descarga eléctrica hizo sacudir el cuerpo del que yacía inconsciente haciendo que se convulsionara y gritara de dolor.

-¡Aaaaaaaaah!

En lo alto los líderes observaban cada sacudida, escucharle gritar como a un perro herido era lo que más de uno había esperado poder ver algún día.

-He cumplido mi palte del tlato- dijo levantándose de su lugar- disfluten de la función.

-Espera- dijo Rengi-sama- necesito hablar un par de cosas contigo.

NIÑERO DE UN MAFIOSO (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora