Advertencia: Neh, ninguna. Sería prometer demasiado XD
Un poco aún
veremos los almendros florecer
brillar al sol los mármoles
el mar romperse en olas
un poco aún,
alcémonos un poco más arriba.
("XXIII", Yorgos Seferis)
―Y fíjate bien, niño. Fíjate bien, que no tengo problema en repetir las cosas. Pero tú sí que podrías tener problema en escucharlas. Revisé tu historial académico y es impresionante. Casi comparable al de Angelo. Por eso y sólo por eso, serás su esclavo exclusivo. ¿Estamos?
Shun frunció las delgadas cejas castañas y observó fijamente al viejo médico delante de él.
¿Esclavo? ¿De Angelo?
Si era una broma... era una muy jodida.
Angelo al menos tenía la decencia de lucir abochornado.
―Ma ehi, papà. Non scopare con il ragazzo in quel modo ―pronunció Angelo con un dejo entre suplicante y fastidiado―. Todos los internos te sacan la vuelta. ¿Pretendes que sea así conmigo también? (1)
El viejo Katsaros fijó su mirada de plomo sobre Angelo, quien tragó saliva ruidosamente. Shun sintió verdadera compasión por el otrora desalmado Santo de Cáncer.
―¡Pues claro que eso pretendo, ilíthie! ¿Cómo serás jefe de piso si no te haces respetar, alcornoque? ¡No hagas preguntas tontas, que no quiero ni sospechar que estoy educando a un bobo redomado!
―No, papà, non arrabbiarti ―exclamó Angelo con verdadera preocupación―. Un día de éstos te dará una embolia. ¿Y qué haré yo? Mira que encontrar un padre a esta altura de mi vida para de inmediato perderlo... (2)
El anciano médico volvió dramáticamente los ojos al cielo, como pidiendo paciencia. Luego los fijó en Angelo.
―Pues no pretenderás que te aguante veinte años más, ¿verdad? ¡Estoy que me caigo de viejo! ¡Si tú mismo me llevarás al dichoso Yomotsu! ¡Mejor hazte a la idea! Y mientras tanto, ¡aplícate, que no tolero que mis alumnos sean poco aventajados! ¡Y menos lo toleraré de mi hijo!
»Y en cuanto a ti ―gruñó el viejo de mal humor―, mejor te me vas preparando. Te estoy aceptando en la clínica, a pesar de tu juventud, por tu historial. ¡No me decepciones! ¡Te quiero pegado al zoquete de mi hijo y obedeciéndolo sin rechistar! ¡Lo que tiene de bobo en su vida ordinaria, lo tiene de eficiente cuando lleva la bata blanca!
»Así que te me pones listo, muchacho. Esto es también la escuela, ¿está claro?
Shun afirmó una y otra vez con la cabeza. La expresión solemne de su rostro no hacía sino aumentar la juventud de sus rasgos.
―Está clarísimo, doctor Katsaros. Ya me ha advertido Saori que es usted el mejor médico que conoce. Estoy comprometido con aprender todo lo que pueda.
―¡Y lo que no puedas, también! ¡Y ya! ¡Largo de aquí los dos! Que Angelo te lleve a conocer las instalaciones completas. Y acuérdate: eres esclavo. ¿Ya está?
―Sí, señor; ya está.
Y el viejo les dio la espalda para penetrar en su pequeña oficina.
Ambos, Cáncer y Andrómeda, soltaron el aire de los pulmones con alivio.
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Nada sucede dos veces
Fanfiction"Lo único que ruego a mi pequeña Diosa es que tenga la bondad de dejarme morir primero", leyó Milo en el diario de Kardia, mientras se documentaba sobre los dos santos perdidos en la Atlántida durante la guerra que marcó la juventud de Shion y Dohko...