16: Muro roto

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"Paciente es ingresada al hospital psiquiátrico después de intentar suicidarse y mostrar comportamientos delirantes, su hermana menor alegó que ella ha tenido momentos difíciles después de descubrir que su hermana mayor, quién estaba desaparecida, seguía viva y en realidad se había ido por voluntad propia."
El caso de Akira Yoshida.

—Tu caso está en todos los periódicos— Hablo Kirari al sentarse frente a ella.

—Me gustan tus uñas— dijo Akira como si nada. Parecía muy tranquila pero estaba muy pálida.

—No la estás pasando bien, ¿No?

—En realidad estoy muy bien, pero, ¿Jiro está bien?

—Fui a visitarla, tu otra hermana la está cuidando bien, si. La última vez que la vi estaba en medio de un maratón de novelas románticas y comiendo helado.

Akira sonrió por eso, pero enseguida recordó algo que borro su sonrisa.

—...esa cicatriz en la frente... Aún la tenía. ¿sabes? Se la hizo nuestra madre. Siempre nos odio... Así que cuando papá murió ella pudo aprovecharse de nuestra soledad, él ya no nos protegía.

—¿Por qué tu madre os odiaba?

—Creo que porque éramos adoptadas...o eso dijo. 

—¿Entonces por qué os adoptó?

—Papa estaba obsesionado con la idea de tener hijos y ella al parecer no podía tener los suyos propios...

Kirari se quedó pensando, entonces hizo la siguiente pregunta.

—Akira, ¿Por qué intentaste suicidarte?

Akira trago saliva.

—No podía lidiar con la idea de que la hermana por la que sufrí años había decidido abandonarme a conciencia propia... Que era porque se avergonzaba de nuestro apellido, es cierto que no tenemos buena fama en nuestro clan pero...¿¡que mierda de excusa es esa?! Que fuéramos los más pobres, los peores en todo siempre...¡No es una excusa para largarse, carajo! — se levantó golpeando la mesa.

—Calmada— le dijo el guardia con voz autoritaria, haciendo que la chica se dejara caer en la silla.

—Akira, ¿Quieres que te saque de aquí?

—No. Estoy bastante tranquila... Si llego a salir... Tendría que dar la cara al mundo, me sentiría obligada... Aquí aislada estaré mejor.

—Si así lo quieres... Vendré a visitarte de vez en cuando y puedes decirme si cambias de opinión y estarás fuera.

—Gracias.

Kirari asintió y se levantó.

—Espera.

—¿Si?

—Lamento haberte culpado todos estos años.

Kirari sonrió.

—No te preocupes.

•••

Sayaka paseaba por la ciudad en calma, observando sus alrededores, siempre le habían gustado los paseos silenciosos en los que solo observaba a las personas: algunas felices, otras no tanto, o las que estaban simplemente calmadas, el paisaje, la brisa...
Hoy el día estaba nublado.

Pudo observar a lo lejos a la que era Ririka con Mary de la mano y sonrió. Se las veía muy unidas y felices.

—Mary ¡!— Ririka trato de seguirla cuando la otra salió corriendo.

—¡No me alcanzas!

Pero Ririka rápidamente la tenía entre sus brazos.

—¡Te tengo!

—¡N-no seas infantil!

Ririka dejo un beso en su cuello.

—¡Pero tú empezaste esto!

—E-es cierto...— Mary estaba completamente sonrojada— gracias por seguirme el rollo Riri.

—Pues claro que sí, la paso genial contigo.

Ambas chicas se dieron un dulce beso y luego se sonrieron mutuamente, sus ojos brillando como estrellas.

—Me hubiera encantado estar así con Kirari...— murmuró Sayaka, pero negó ante su propia idea. Era hora de cerrar ese ciclo.

Con una sonrisa triste entro a una floristería llamada "Los lirios" y hubo un ramo que le llamó especialmente la atención. Un ramo de Jacintos.

•••

Kirari, Ririka y Mary se encontraban cenando juntas en silencio cuando este mismo fue roto por Mary al terminar la cena.

—He traído dos ramos de flores, uno para mi novia y el otro para mi cuñada. Lo compré en la floristería "Los lirios".

—Ara ara, nunca espere que tú me trajeras un ramo de flores— se burló Kirari haciendo sonrojar a Mary por la vergüenza, mientras Ririka sonreía.

—Ririka, a tí te traje un ramo de lirios rojos. Y para tí, cuñadita, a la que siempre le gusta burlarse de mí...— le tendió el ramo— orquídeas azules. Porque representas la calma en todo momento, y el azul sin duda es tu color.

—Vaya...que considerada eres, gracias.

Mary asintió. —¿Te gustó, Ririka?

Ririka se lanzó a besarla.

—Kirari— dijo Ririka.

—¡Si, ya las dejo solas!— contesto la otra sonriente.

Mary estaba sonrojada hasta las orejas.

—Sabes, Riri, estoy tan feliz de tenerte y ser ese alguien para tí...— confesó la rubia y su mirada tímida se convirtió en una sonrisa, la expresión lleno de ternura y felicidad a Ririka quién unió sus labios con los de Mary.

—Nunca he sido tan feliz— confesó la de ojos azules claros.

—Igualmente.

•••

Kirari camino por sus recuerdos, o bueno, lo que en realidad estaba haciendo era mirar un álbum lleno de fotos, muchas de ellas junto con Sayaka. La nostalgia invadió su corazón dándose cuenta de que tenía una respuesta para la pregunta de la Igarashi, toda su vida la amo, pero siempre reprimió sus sentimientos, hasta que eso que había guardado salió el otro día con su confesión y ahora...

Ahora se sentía completamente enamorada.

Sin embargo sabía que lidiaria con esto, ella era bastante distante con sus propias emociones, toda la vida lo fue así que podría sobrevivir a sus propios sentimientos de forma fácil.

Sin embargo, su muro se rompió y sus emociones al parecer se desbloquearon por completo.

Las lagrimas comenzaron a caer de su rostro y se sintió humana por primera vez.

Cerca del final :⁠-⁠)

"Lo siento" (Meariri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora