Chapter 15

495 87 18
                                    

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de Lavender-Long-Stories.

xxx

Hinata caminaba con cierta dificultad por la cocina bajo la atenta mirada de su marido. Estaba contenta de poder estirar las piernas, pero comprendía su preocupación. Su caminata se vio interrumpida por un golpe en la puerta y esta se abrió sin que nadie se lo indicara.

—Voy a entrar, vístanse —llamó Hanabi, mirando hacia la cocina—. Oh, bien.

—Hanabi-chan —Hinata se emocionó al ver a su hermana, pero también se sintió turbada y desconcertada por el comentario. ¡¿Los había pillado en el pasado?!

La sonrisa de Sasuke decía que sí. Hinata se sonrojó.

—¿Cómo te va? Andas por ahí —el cabello de Hanabi ya no le llegaba a los hombros. Era un bob con un flequillo de lado que ponía detrás de la oreja. Llevaba una cesta delante de su hinchado vientre.

—¡Estás embarazada! —Hinata se sintió desfallecer. Sasuke la guio rápidamente hasta una silla.

—Olvidé mencionarlo —se dio cuenta Sasuke.

Hanabi se pasó una mano por encima de la gran barriga.

—Está creciendo bastante deprisa. Voy a tener tantas estrías que pareceré un mapa —puso la cesta sobre la mesa, se dejó caer en una silla y puso una expresión más seria—. ¿Cómo están?

—Me estoy curando bien, pero... —Hinata miró a Sasuke, que le puso una mano en la espalda.

—Ella no recuerda nada. Seguro que es duro despertarse y descubrir que todo el mundo te odia por decisiones que no recuerdas haber tomado —Hinata asintió con la cabeza.

—De todas formas, me está contando lo nuestro —Hinata sonrió.

—No es una historia feliz —le recordó Sasuke.

—Pero me gusta —Hinata lo tranquilizó.

—Supongo que yo también debería ponerte al corriente. ¿Hasta dónde has llegado en tu historia? —intervino Hanabi.

—Compromiso, justo después de que noqueara a su excompañero de equipo por decirle que estar conmigo la convertiría en madre de muchos bebés —respondió Sasuke sin rodeos.

—Sasuke —espetó Hinata. Seguían siendo su equipo, aunque estuvieran enfadados y fueran malos.

—Oh, bien, un lugar perfecto para empezar. ¿Te importa si te la robo para almorzar? —Hanabi tomo la cesta y la agitó, como fue su intención desde el principio.

—¿Te importa si te acompaño? Hinata aún necesita la silla y no deberías esforzarte al empujarla —Sasuke señalo hacia su hinchazón abdominal.

—Claro, seguro que tú también quieres oír esto.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Hanabi estaba harta de su maldito consejo. Se escondió en el dormitorio de su hermana hasta que llegó a casa.

—¿Hanabi-chan? —Hinata la despertó apartándole el cabello del rostro—. ¿Estás aquí otra vez?

—Llegas tarde a casa —Hanabi se frotó los ojos y miró el reloj—. Tu novio tiene que dejarte dormir más.

—Eso no tiene gracia —Hinata hizo un puchero.

—¿Es verdad que Neji-san te vio un chupetón? —Hanabi sonrió.

Recuerdos Color LavandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora