Chapter 19

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Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de Lavender-Long-Stories.

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Hinata apoyó la cabeza en su pecho. Todavía estaba demasiado débil para permanecer de pie durante un tiempo prolongado y hacer esta tarea sola sería agotador, pero no pudo evitar sonreír ante su falta de conocimientos.

—No lo estoy haciéndolo bien, ¿verdad? —preguntó Sasuke.

Hinata soltó una risita.

Apoyada en la encimera, Hinata estaba encajada entre el pecho y los brazos de Sasuke, le guiaba en el amasado de la masa, y sí, lo estaba haciendo mal y estaban haciendo un desastre.

—Sigue mis manos —Hinata puso sus manos sobre las de él, pero él estaba haciendo que grandes cantidades de harina salieran volando por todas partes. Estaba segura de que tenía harina en el cabello.

Sasuke deslizó las manos hacia atrás, colocándolas en las caderas de ella y hundiendo la nariz en su hombro.

—Te compraré rollos de canela.

—Estoy intentando hacer los que dijiste que te preparaba antes —Hinata soltó una risita mientras caían.

Los brazos de Sasuke la rodearon con fuerza cuando cayeron al suelo y ella se echó a reír al chocar contra su pecho.

—¡Hay harina en el suelo! —Hinata soltó otra risita mientras su marido la levantaba y la dejaba sobre la encimera espolvoreada de harina.

—¿Qué te parece? —Sasuke sonrió.

Hinata le limpió la harina de la nariz.

—Creo que en el futuro deberías dejar que yo me encargara de hacer la masa.

La sonrisa de Sasuke no hizo más que ampliarse, mientras ella se acercaba a su rostro.

Sasuke no dudó en tomar sus labios, sus dedos se deslizaron por su cabello y ella sintió algo que ya había notado antes. Sasuke se sentía realmente atraído por ella, tanto que ni siquiera lo había pensado cuando ella se movió hacia él.

Hinata jadeó, echándose hacia atrás. Fue entonces cuando se dio cuenta de su error.

—Yo... No quería —Sasuke se separó de ella, retrocediendo hasta que su espalda golpeó el lavabo.

—No, yo... Yo lo hice —admitió Hinata, lo había hecho sin pensar. Solo sintió que debía hacerlo. Sintió lágrimas. Le estaba haciendo daño otra vez. No debería haberlo hecho.

—¿Hinata? —Sasuke le limpió la mejilla, aunque solo hizo una pasta con sus lágrimas y la harina—. No me importa. Te echo de menos y no te rechazaré. Sigo deseándote todos los días, pero sé que no puedo tocarte porque ya no tengo ese tipo de permiso.

El corazón de Hinata se apretó con más fuerza. Él extrañaba a su mujer, pero ella estaba aquí. ¿Por qué aún no podía recordar quién fue?

—Lo siento.

—No lo hagas —Sasuke se inclinó un poco para darle un ligero y suave beso.

Hinata respondió con la misma dulzura, pero solo le ocasionaron más lágrimas por el dolor que podía sentir a través de él.

—Creo que necesitamos un baño —Hinata soltó un sollozo.

—Tienes el cabello casi blanco —Hinata soltó una risita, secándose las lágrimas, pero solo se apelmazó más pasta que tenía en las mejillas.

—Sí —Sasuke la despeinó para que cayera una lluvia de harina—. Tengo que limpiar la cocina... —Hinata volvió a soltar una risita—. ¿Nos damos un baño y vamos a comprar comida?

Recuerdos Color LavandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora