Chapter 12

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Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de Lavender-Long-Stories.

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Hinata revoloteaba por la cocina. Sasuke se apoyó en la encimera y suspiró. Seguía irritada con él y ninguna atención física iba a hacerla cambiar de opinión. Puso el té delante de él y continuó con su trabajo. A estas alturas había más platos en la cocina de los que él había comprado. Él no sabía de dónde salió la mitad de ellos, pero ella los utilizaba para hacer buena comida, así que no se quejaba. Ella podría reclamar toda su casa si quería.

Otro golpe en la puerta fue similar al anterior, firme, pero esta vez, no fue uno furioso.

Se miraron fijamente. ¿Quién era? ¿Quién debía contestar?

Hinata se limpió las manos y rodeó el mostrador para abrir la puerta.

—¡¿Hanabi-chan?!

Sasuke no conocía a la Hyūga más joven, pero las descripciones de Hinata siempre eran amables, así que se sorprendió al ver a la enana llena de actitud con los brazos cruzados en su puerta.

—¿Puedo pasar? —preguntó Hanabi.

Hinata estaba perdida. Sasuke hizo un gesto con la cabeza, indicando a ambas que se unieran a él.

Hanabi era una versión más pequeña de su primo, con el cabello más corto y el rostro más redondo. Hanabi no se parecía en nada a Hinata, especialmente en la actitud. Ella no perdía el tiempo.

—¿Cuáles son tus intenciones con mi hermana?

Sasuke alzó las cejas. Hinata jadeó detrás de su hermana.

—Me parece que es la única persona que vale la pena conocer en esta aldea —respondió rotundamente—. Pienso tenerla cerca mientras siga viniendo.

Se miraron fijamente hasta que Hanabi asintió antes de salir directamente por la puerta con un portazo.

Hinata dio un respingo.

—¿Qué?

Sasuke sonrió satisfecho.

—Me agrada.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Las cejas de Hinata se fruncieron.

—Ella puede ser...

—¿Bruta? —completó Sasuke.

—Grosera —Hinata esperaba que Hanabi aprendiera a frenar eso al ser la heredera, o se iba a meter en un montón de innecesarios desacuerdos.

—La chica te visita. Lo hace de vez en cuando. Nunca se queda mucho, pero suele tener algo que decir. Probablemente, la veremos dentro de poco —Sasuke miró el calendario.

—¿Por qué hizo eso? —Hinata jugueteó con la tela sobre su rodilla.

—Quería calibrar si yo merecía tu atención. Volviste al día siguiente para decirme que ella nos "dio su bendición".

—No querrás decir... —Hinata se encogió.

—Sí, en ese momento no lo pensábamos así, pero creo que esa era su intención —Hinata podría morirse de vergüenza, su hermana hizo de casamentera. Por otra parte, ella no había mostrado ningún interés en otro chico que no fuera Naruto y a Hanabi no le agradaba. Así que podría ser que su hermanita estuviera emocionada por haber encontrado a alguien que la hiciera feliz. Tendría que preguntarle.

Recuerdos Color LavandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora