Recuerdos Color Lavanda

Chapter 21

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de Lavender-Long-Stories.

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Decir que el Hyūga estaba confundido al verlo en su puerta era quedarse corto, pero de todas formas cumplió su petición de informarle a Neji. Su rostro estaba inicialmente preocupado, pero el comportamiento tranquilo de Sasuke dejó claro que no pasaba nada.

—Quiere invitarte a cenar —le dijo Sasuke brevemente—. Trae una cita —añadió con una sonrisa burlona que hizo que Neji frunciera el ceño.

—Será un honor.

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Hinata volvía con heridas de batalla de vez en cuando. Sasuke hacía de enfermero, limpiando y vendando. No le importaban las cicatrices. Venían con su trabajo. Ella volvía viva y él era feliz. Lo que le preocupaba era la mirada de ella cuando había tenido una misión especialmente dura o una discusión con un miembro de su equipo o con alguien que la había visto mientras regresaba. Ocultaba la tristeza en sus ojos para protegerlo.

Le daba más besos en las heridas para aliviar el dolor, aunque no era el dolor lo que quería quitarle.

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Hinata se mantenía de pie mientras cocinaba. Sasuke se quedaba cerca y la hacía sentarse a menudo. Lo último que necesitaban era que su sobreprotector primo llegara a la casa y la encontrara hecha un guiñapo.

Esperó ansiosa a que Sasuke les hiciera pasar cuando llamaron a la puerta y abrió los brazos para recibir un abrazo de la Tenten.

—Tienes buen aspecto. ¿Te encuentras mejor?

Hinata asintió.

—Pude estar de pie durante buena parte de la preparación de la comida, definitivamente es una mejora.

Neji le dirigió una mirada. Sasuke asintió, confirmando su recuperación. Neji lo acepto.

—Hanabi-sama nos pidió que trajéramos esto —Neji le tendió un sobre—. No lo abras ahora, pero sabías que esto sucedería tarde o temprano.

—Sí, lo sé —Sasuke miró a su mujer, que ignoraba felizmente el intercambio y les hizo un gesto para que se sentaran a comer.

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Hinata se alegró de tener la primera reunión con amigos desde su accidente. Tenten hizo bromas a costa de Sasuke, diciéndole lo difícil que había sido enseñarle a hacer los anillos y cómo él seguía pensando que podría haberlo hecho mejor si lo hubieran intentado de nuevo. Hinata se resistía a desprenderse de sus anillos. Tenían recuerdos, quizá no para ella, pero al menos para él sí, lo cual era suficiente para ella.

No dejó que la visión de un sello Hyūga en la carta que escondía Sasuke empañara su estado de ánimo. Se avecinaba la oscuridad, pero ahora podía ser feliz.

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Sasuke era reacio a profundizar en algunos aspectos de sus relaciones con la gente con la que se relacionaba, pero no iba a ocultarle lo básico. Sakura y ella habían tenido más de un enfrentamiento y nunca terminaban bien.

Su mujer insistía en que quería saberlo, así que él se lo contó todo.

—Ahora, yo no estaba allí para esto. Me lo contaste después, pero te diré lo que entendí.

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Hinata estaba sola en la tienda, comprando medicamentos. La salud de Sasuke se deterioró cuando dejó de cuidarse y aunque ya se había recuperado, ahora era susceptible al resfriado común. Salió solo por una hora, pero cuando regresó, tenía una expresión tensa y estresada, pero no quería molestarlo cuando estaba tan enfermo.