Inmediatamente fue rodeado por la multitud de sus compañeros a los alrededores de su pupitre.
—¡Wah! ¡Eres el chico cabello crespo, te vi en la prueba! —la chica de cabellos marrones fue la primera en gritar emocionada, sacudiendo sus manos de un lado a otra —Uraraka Ochaco, dime como gustes.
—Mmh... Es raro que un alumno entre a mitad de año —el de lentes simplemente lo miro curioso, de arriba y abajo —Ha de ser porque eres alguien inteligente, soy Iida Tenya; delegado del curso.
Se presentó con una reverencia, y así fueron uno por unos presentándose y llenando de preguntas al pecoso.
...
—¡Mina Ashido, un placer conocerte Izu'!
—Soy Yaoyorozu Momo, subdelegada del salón. Espero y nos llevemos bien.
—Kero', kero'. Dime Tsuyu.
—Eres bastante varonil, ¡soy Kirishima Eijiro! Un placer conocerte, Bro.
—Jiro Kyoka.
—¡Toru Hagakure!
—Kaminari Denki, el maaaás guapo.
...
Educadamente escucho el nombre de todos y se los memorizo en su cabeza, anotando las cosas importantes que estos les informaba sobre las materias o algunos datos que no tenían importancia alguno, pero eran realmente interesantes.
—¡Joder! ¿¡Podrían callarse!?
Esa voz hizo que saliera de su voz de pensamiento, Katsuki Bakugo, fueron amigos desde el kinder. Pero debido a cosas se separaron.
—Bakugo. No comiences a gritar de nuevo.
Una voz atrás suya se escuchó mientras leía un libro, bicolor y con una marca en su ojo izquierdo.
—¡No me dices que hacer, mitad y mitad! —le grito apunto de lanzarle una explosión.
—Kacchan, cuánto tiempo sin vernos —le sonrió levemente.
—Pudrete —le saco el dedo corazón y se dio la vuelta recobrando su postura.
—¿Ahhh? ¿se conocen? —preguntó Sero con sus manos atrás de su cabeza.
—¡Sip! ¡somos mejores amigos desde el kinder!
—¡Woooooah! ¿Enserio?
—Si, si.
—¡Cállate maldito Deku!
Finalmente lo volvió a ver, sus ojos no se llenaron de otra cosa que no sea calidez y felicidad al reencontrarse con la persona que consideraba mejor amigo.
Recordar aquél cabello cenizo que tanto le gustaba por la textura, su admiración que tenía desde niño nunca había desaparecido por él. Teniendo aún la esperanza que el alto pueda siquiera considerarlo compañero, no pararía hasta ser su mejor amigo.
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