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10

— ¿es por qué no te enseñe muy bien? ¿por qué siquiera no me consultó? ¿mis enseñanzas lo decepcionaron?

Preguntaba repetidamente nervioso el rubio esquelético, sus piernas temblaban a la par que quería que lo detuviera, su respiración agitada era lo único que se escuchaba. Sus azules ojos estaban pegados en aquella pared de dura textura, la mejor.

— all might... ¿t-tan terrorífico es el señor gran torino? —el lindo pecoso comenzaba a asustarse, hace unos minutos cuando le mostró el papel de la agencia a su tutor espero una reacción positiva.

Pero comenzaba a alarmarse cuando el héroe número uno comenzó a temblar.

— bueno... en base me ha entrenado en las pasantías pero... ¡es buen maestro! —alzó un pulgar. — pero si quieres sufrir, adelante, ve con él.

— ¡¿t-t-tan tenebroso es?! ¡y-ya no quiero ir! —pequeñas lágrimas graciosas bajaron por sus ojos. — ¡oh! un momento, ¡eso significa que podré ser igual de fuerte que usted! eso podría verlo como el lado positivo, además, averigüe sobre el héroe Torino y es un poco viejo, no creo que sea tan malvado como usted dice -sonrió de oreja a oreja, cambiando su humor drásticamente.

— no te dejes engañar... —le dijo con un aura asustada.

— jeje, bien, bien, creo que exagero un poco —aclaró. — pero tendré cuidado, no se preocupe. Soy inmune a los golpes -sonrió.

— ah, si, respecto a eso. ¿cómo vas con el One for All? no te he visto en la enfermería de recovery Girl, es un alivio.

— ¿enserio? —bufó ante lo respondido, era cierto, solía pasarse horas en la enfermería por romperse los dedos. — si, tiene razón, cada vez lo entreno más y no me lastimo tanto, simplemente termino teniendo un poco de dolor muscular. No más que eso, ¡estoy avanzando mucho, all might! —movió sus puños como si de ataques de tratase, sin saber que lo hacía lucir tierno.

— ja, bien, bien —con sus manos revolvió el sedoso cabello del contrario, notando que era suave y desprendía el olor a durazno que nunca se quitaba de la cabeza.

— mmh, y por cierto... ¿y que dice de la agencia de sir nighteye? no recuerdo haber escuchado su nombre... —llevó su dedo índice a su mentón. — ¿es cierto que trabajaron juntos? —sus ojos se iluminaron.

— no sabría si decir que lo conozco a la perfección, shonen — comenzó a caminar por la academia, estaba en su forma esquelética, Izuku comenzó a seguirlo de forma educada. — trabajamos juntos por un tiempo, es un gran admirador mío.

— ¡genial!

— si, genial... es buena persona, no te dejes engañar por su apariencia 'intimidante', es gracioso. A su manera —rascó su nuca apenado.

— jaja, está bien, su usted lo dice le haré caso.

Recibió nuevamente esa dulce sonrisa que hace poco tiempo le hacía sentir cosquilleos en su lastimado estómago. Vio esa mirada jade que tenían una expresión angelical que reflejaba pureza y serenidad.
Cómo todo un adulto simplemente suponía que se trataba de un cariño familiar, tratándolo como un hijo.
Aunque, pensándolo mejor, ¿por qué si lo trataba como hijo lo quería para él solo?

Sentir sus abrazos.

Caricias.

Solamente quería recibirlo de él.

— ¿all might? — preguntó al ver qué el rubio no respondía su pregunta.

— ¡ah! —salió de su parálisis mental. — si, si, lo siento, ¿qué decías?