Han pasado unos minutos y se me hacen eternos.
Estoy sentada en los sillones de la sala, mamá y Sergio disfrutan del amanecer en los jardines mientras que yo me como una manzana a solo cinco minutos de cosechar. Aquí tienen sus propios cultivos.
Pensaba que sería más divertido.
Mi celular suena en la pequeña mesa de cristal, lo tomo y me doy cuenta de que es Reynolds.
_Hola, ví tus llamadas perdidas justo ahora, estoy muy ocupado..
_Quiero hablar contigo Reynolds.
_Bien, dime.
_En persona.
Quiero ver su cara y saber que es mentira.
_Creo que puedo tomar unos minutos.
_No necesito unos minutos para lo que te voy a decir.
_Amor estoy muy ocupado resolviendo algunas cosas, dame dos horas y estoy contigo.
Me quedo boba unos segundos ¿Me dijo amor?.
_Bien, te espero.
_Bien, para que no te aburras te enviaré un chófer que te llevará a dar una vuelta por la cuidad, si quieres puedes ir de compras. Todo lo que se te antoje, es para que mates el tiempo.
_Esta bien.
_Chao.
Me muerdo el labio y me quedo pensando en esa palabra que me dijo.
¿Acaso estoy cambiando a Reynolds?.
El es muy frío y tosco y de la nada me dice amor y habla mucho más que al principio.
¿Que cosas estoy pensando?.
No puedo cambiar a las personas ni que fuera Dios, las ramas que están torcidas jamás se enderezan.
En una hora llega el chófer y no estoy lista para nada, no es como si pensará que era real.
_Señorita Sara, el rey me envió para acompañarla en su día a día.
_No estoy lista.
_No se preocupe, tengo mucha paciencia.
Se sienta en los sillones y sin más decido cambiarme de ropa ya que está mañana me duche.
Salgo al jardín con el chófer y le digo que me espere.
No pretendo irme sola.
_¡Sergio, mamá!,_ Los llamo desde mi sitio y me quedo allí esperando a que vengan por qué no puedo pasar ya que la cerca que cubre el jardín está cerrada.
_¿Si cariño?.
_Ire a la cuidad, ¿No me quieren acompañar?.
_Que te acompañe Sergio, a mí no me sacarán de aquí.
Se va sonriente y vuelve junto a un hombre que le da una pequeña pala.
_¿Segura que estarás bien mamá?.
No me responde por qué está muy entretenida plantando semillas y recogiendo fresas.
_Parece que solo seremos tu y yo.
Sergio me sonríe y sale del jardín.
_¿Eso de allá es un invernadero?.
_Si, creo que sí, no tengo conocimiento de este lugar, solo vine una vez.
_Mamá se volverá loca aquí.
Llegamos a la cuidad en menos de lo que canta un gallo.
_Primera parada LOUIS VUITTON.
Bajamos de la camioneta y me quedo mirando la tienda enorme, tanta variedad me recuerda a cuando fui a comprar los trajes para mi primer baile.
El chófer me extiende una tarjeta de crédito infinite y me quedo boquiabierta.
Miro a Sergio que tiene la misma expresión que yo.
_Con esto mi vida se resuelve.
Tomo la tarjeta entre mis dedos y la guardo en mi bolso.
Aún así tengo que hablar seriamente con Reynolds que ni piense que con todos estos lujos me llenará la cabeza y se salvará de mi.
Estoy muy enojada.
_Usted haga lo que tenga que hacer señorita, yo la espero el día completo si es necesario.
_¿No te vas aburrir?, Entra con nosotros si quieres.
_No, está bien. Tengo muchos días sin hablar con mi familia, ojalá y saliéramos más seguido mientras usted compra yo puedo hablar con ellos.
Me pongo triste de la nada y obedezco cuando con sus manos hace gestos para que entre.
Le sonrió con ternura y entramos a la tienda, el olor a nuevo está por todo el lugar.
_Muchas gracias por elegirnos, ¿En que podemos ayudarles?.
_Muéstrame tus mejores vestidos.
Sus ojos gritan dinero y me lleva por los pasillos hasta dar con una sala amplía llena de vestidos.
_¿Puedes llevar a mi hermano?. Le gustan las playeras y esas cosas.
_Por supuesto.
Mientras yo me quedo mirando los vestidos veo como se llevan a mi hermano a otra sala, ni modo que pidiera que me acompañará y no le comprará nada con tremenda tarjeta de crédito.
La cuestión es que pasamos el día completo de compras, le compré a mamá a Sergio compré para mí incluso para Reynolds.
En todo este tiempo me dí a conocer sus gustos.
El chófer nos trae de vuelta casi al anochecer y junto con mi hermano y mas de veinte bolsas entramos a la casa.
Mamá está en su habitación y yo entro a la mía como puedo.
La TV está encendida y Reynolds está recostado.
Se quedó dormido mientras miraba la tv.
Dejo las bolsas a un lado y me quedo quieta sin saber que hacer.
Me acerco a el y lo toco un poco.
_Te escuché desde que abriste la puerta.
Abre los ojos y me sonríe pero yo no estoy tan contenta.
Le devuelvo su tarjeta de crédito que si no fuera infinita le hubiera sacado cada centavo que tiene.
_¿Por qué hiciste eso?.
_¿Hacer que?.
_Engañarme con lujos, hasta fui al spa, arreglaron mi cabello y mis uñas.
_¿Y eso que tiene de malo?.
Se sienta en la cama.
_¿Que tiene de malo?_repito su pregunta indignada_tiene de malo que mantuviste secuestrado a mi ex sabrá Dios por cuánto tiempo.
Le digo sin más.
_No lo hice por un mal, se lo merecía.
_Pero esa no era la solución.
_¿Pero que me estás diciendo?.
Se levanta obligandome a dar dos pasos hacia atrás por su intimidante altura.
_Te secuestró, te torturó y aparte cortó tu cabello, lo más preciado en las bailarinas.
_Pero no debiste pagar con la misma moneda.
_¿Acaso te estás escuchando?, Parece que no has entendido como funcionan las cosas aquí.
_Se como funcionan, te piso y me arrancas las cabezas, te miro y me cortas los dedos de las manos, tengo claramente todo en la cabeza pero no sé lo deseo ni a mí peor enemigo.
Me quedo firme ante su mirada que de repente se puso oscura.
_Piensa lo que quieras, lo voy perseguir hasta el fin del mundo y cuando lo asesine haré que lo veas con tus propios ojos, eres mía Sarahí y lo mío no se toca.
Es lo último que dice antes de desaparecer de su lugar dejándome con la boca salada.
ESTÁS LEYENDO
El Rey Mafioso Continuación...
Teen FictionUna bailarina+El Rey De La Mafia Continuación del primer libro. Tuve problemas con mi primer dispositivo en el que escribía la historia pero pueden seguirme en está que estará la continuación. Es necesario leer el primer libro para entender la histo...