CAPITULO 52

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Me quedo quieta mirando las facciones de su cara, tiene salsa en una mejilla.

Todo en la mesa se ve delicioso pero no cambia el que me haiga  engañado.

_Toma asiento.

Le hago caso solo por qué mi barriga está gruñendo.

Tomo el primer bocado de arroz, las alitas están bien picantes, como me gustan.

_Lo siento.

Me dice mientras me observa comer.

No sé que decir, sigo comiendo evitando mis propias palabras.

_¿Aún no me crees?.

_Perdoname Reynolds pero no te creo nada.

_Mi intención nunca fue lastimarte.

Saca su teléfono, sigo comiendo tratando de ignorarlo hasta que me muestra un vídeo.

Es el en la cabaña, le pasa su playera a la chica que se va mientras el se queda sentado en los sillones, lo observó minuto tras minuto hasta que yo llego y la chica me abre la puerta.

Ahora sí no tengo palabras para describir lo que siento.

Siento vergüenza por todo mi cuerpo.

_Yo, lo siento.

Un vídeo es más que suficiente, lo mal intérprete todo, pero vamos ¿Quien no pensaría mal? Que llegue y que encuentres a una chica con solo una playera y tu novio con el pecho desnudo.

No me quedaría de otra que pensar mal.

_Disfruta tu cena, tengo asuntos que resolver.

_Reynolds, enserio perdóname.

Se levanta y sale de la sala, escucho como la puerta se cierra, me siento idiota.

Terminó de comer, guardo la comida que ni toque en el refri y lavo los platos sucios.

No me siento bien que digamos, el se esforzó por venir hasta aquí para pedirme perdón y yo simplemente lo ignore e incluso me hice daño pese a la rabia que corría en mi cuerpo.

Pero lo amo y a pesar de que pensé que me había engañado tengo que dar la cara y pedirle perdón.

Me ducho y me coloco un vestido un poco llamativo, es color vino y es de tirantes, está bien ajustado en mi cintura, y me hace ver unas nalgas....

Me quito las vendas mojadas de las manos, solo son pequeñas heridas que no se notan. Miro el piso todo sucio y lo ignoro saliendo de la casa.

Me quedo parada como idiota dándome cuenta de que no sé dónde está.

Es Reynolds y se queda en cualquier sitio menos en el que te imaginas.

Me rindo entrado a mi casa hasta que escucho un pitido, parece de algún celular, empiezo a buscar el sonido por toda la casa que veo un objeto en los muebles.

Es una tablet y muestra como alguien llama por video llamada, me quedo mirando para todos lados buscando al responsable por que esto me asusta un poco y recuerdo que la única persona que estaba aquí era Reynolds.

Cojo la vídeo llamada y sonrió cuando veo a Reynolds.

Tomo asiento en los sillones emocionada.

_Me asusté un montón, no sabía que eras tú.

_Si, soy yo.

_¿Dónde estás? Quiero verte para que hablemos.

_Ahora no tengo tiempo

Mi mirada se cae decepcionada entonces recuerdo que su trabajo no lo deja tener tiempo.

_Bien.

Se hace a un lado y mi mano cubre mi boca ahogando un grito de terror.

_Mira Sarahí.

_¿Sara? ¿Estás involucrada en esto?.

_Reynolds, por favor.

Las lágrimas se me salen solas sin saber que hacer o que decir.

_¿Recuerdas cuando te torturó por mucho tiempo? Yo no sabía dónde estabas y eso me preocupaba mucho.

Empieza a caminar y veo como toma un cuchillo en sus manos.

_No sé si recuerdas que te había dicho que lo mío no se toca.

Piensa lo que quieras, lo voy perseguir hasta el fin del mundo y cuando lo asesine haré que lo veas con tus propios ojos, eres mía Sarahí y lo mío no se toca..

_Si lo recuerdo, pero esas no son formas de arreglar las cosas.

_¿Sigues con lo mismo?.

Toma a Roger del cabello que está atado e indefenso.

_Despidete de tu querido esposo.

Es lo último que dice cuando pasa el cuchillo por su garganta.

Dejo de mirar, la conexión de la llamada se corta como si estuvieran sincronizados.

No puedo creer que en verdad hizo eso, yo me metí en esto y tengo que soportar, no es como si quisiera irme por mi propia voluntad, Reynolds movería mar y tierra para encontrarme.

El Rey Mafioso Continuación...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora