Nunca imaginé cómo se sentía. Había estado con Roger pero nunca me había traicionado, nunca me había mentido en mi cara a pesar de todas las cosas que me hizo.
Él fue un hombre que me acompañó siempre aunque me arrepiento con toda mi vida haber estado con él.
Me levanto de la cama y entro a la ducha pensando que el agua tibia calmará mis temores y aliviará mi corazón.
Es lo que tanto deseo que una ducha de agua caliente calme todos mis temores para más nunca tener que volver a pensar en Reynolds y en todo lo que pase con el.
Al salir de la ducha lo primero que hago es vestirme y luego encender mi teléfono me doy cuenta que sigo teniendo más de 30 llamadas perdidas de Reynolds y luz me había llamado a las siete de la mañana.
Llamo a mi hermano y le pregunto por mi mamá quiero saber si amanecieron bien, que hacen, que comieron.
No tengo ganas de salir pero si me quedo aquí moriré por todas las lágrimas que he derramado.
No he dormido, no creo poder hacerlo en mucho tiempo, estoy sufriendo demasiado y me duele en el pecho.
Me siento fatal, es como si me hubieran perforado el corazón, ahora solo tengo un corazón vacío.
Salgo de casa y abordo el auto de Sergio, me dijo que hoy no tiene planes así que me quedaré con su auto ya que no recuerdo donde está el mío.
Me siento en una cafetería y me tomo un café, pienso en todo lo que he pasado, casi muero y Reynolds me salvó, perdí la memoria y luego recordé todo, es como si nada de eso hubiera pasado.
Hubiera sido mejor si nunca hubiera recuperado la memoria.
Nunca más lo recordaría y eso me encantaría.
Me detengo en mi antiguo club, está cerrado por lo que pasó la última vez, como quisiera volver a la pista de baile y demostrar quién es Sarahí.
Me bajo del auto y camino cruzando la carretera, entro por la entrada secreta que teníamos yo y Sergio si se armaba un mierdero y no teníamos por dónde salir.
Entro al club y mi boca se hace agua, está completamente vacío, solitario, como si nunca hubiera más de cien personas aqui dentro mirándome bailar.
Sigo mi camino presa del disgusto y con la lengua salada.
Vuelvo a casa a las cuatro de la tarde, no hice mucho, me senté en el parque, comí helados y me desvele.
Guardo el auto en el estacionamiento y camino para abrir la puerta de mi depa.
Brinco del susto, la electricidad hace que mis bellos se pongan de punta, el corazón me late rápido y mi cerebro me grita que salga.
Hay una silueta parada detras de los sillones, cierro la puerta presa del miedo.
_¿Que haces aquí?
Le pregunto, no habla, se queda parado con su traje pulcro, su cabello peinado hacia atrás y mirándome fijamente.
Empiezo a caminar hacia su dirección, la rabia se apodera de mi cuerpo y lo abofeteo directamente en la cara.
¿Me arrepiento? No.
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El Rey Mafioso Continuación...
Novela JuvenilUna bailarina+El Rey De La Mafia Continuación del primer libro. Tuve problemas con mi primer dispositivo en el que escribía la historia pero pueden seguirme en está que estará la continuación. Es necesario leer el primer libro para entender la histo...