Extra.

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Un amor extraño.

_Dios me tumbaste la jalea.

_Esa no es la jalea_Abre el refrigerador_esta si.

_Hay Dios no me digas que es... ¿Sangre?.

_Si, ¿Que tiene?.

Dejo el sándwich que estoy preparando a un lado, no puedo creer que iba a poner sangre en vez de jalea.

_Cariño, te he dicho que no pongas tus comidas en el refri de la sala.

_Bien, lo siento.

Me da un beso en la frente, ¿Cómo puedo enojarme con el? Es tan lindo.

Pero también es extraño.

_Iba a ir por algunas cosas, tengo trabajo, ¿Quieres ir?.

_¿Me vas a llevar a tu trabajo, quién eres?.

_¿No puedo llevar a mi esposa al trabajo?.

_¿Es día de llevar a tu esposa al trabajo?.

_Tu me llevas al tuyo ¿por qué no te invitaría al mío?.

_Te llevo al mío por qué eres mi mejor cliente.

Se ríe.

No es broma es mi mejor cliente, tengo dinero en mi cuenta de banco para sobrevivir no se, siete años tal vez.

Sale de la cocina y termino de preparar mi desayuno.

Terminó de comer junto con un jugo de naranja, me preparo junto a Reynolds y salimos juntos de la casa.

Llegamos a su empresa, las personas lo reciben con mucha amabilidad.

_Iremos al rancho, tenemos un problema con las chivas.

_¿Las chivas? ¿Que les pasa?.

_No se quieren aparear.

_Pero tienes personas para ese tipo de trabajo.

_Lo se, me gusta hacer cosas.

Estando en su oficina lo ayudé con algunos papeleos y a remodelar su oficina, el antiguo diseño tiene mucho tiempo y ya está cansando.

Nos subimos a las camionetas que nos transportan al rancho, tenía tanto tiempo sin venir aquí.

Respiro el aire fresco, las hierbas recién cortadas y el café recién hecho que me acaban de traer.

_Amor, vamos.

Sigo a Reynolds por el patio, llegamos al corral donde tienen las chivas, están separadas una de las otras.

Un hombre le trae una bandeja a Reynolds con una especie de pistola, coloca algo en el orificio y le dispara a las chivas.

_¿Que es eso?.

_Son hormonas, las ayudarán un poco.

Me quedo mirando las chivas, veo que una de ellas está tratando de escapar pero se queda atrapada entre las maderas de la cerca.

_Espera está se atoró.

Me pasó por el otro lado abriendo la puerta, ayudó a la chiva a salir y de repente siento un picor en mis nalgas.

_¡Ahs! ¿¡Ay que es eso!?.

Me giro y me doy cuenta de que es un dardo.

Reynolds se puso la mano en la cabeza y me le quedó viendo furiosa.

_¿Me acabas de inyectar con hormonas sexuales de chivas?.

_Amor, lo siento tanto.

_Dios, te dije que pararas.

El Rey Mafioso Continuación...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora