Capítulo 2 | Engañar. | ✓

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[...]

Al día siguiente ella y Mordecai caminaban por las calles de San Luis, Mordecai estaba siguiendo a alguien que debía eliminar, pero ella no sabía esto. Ella creía que Mordecai quería pasear con ella, pero solamente la llevo para no levantar sospechas.

Mordecai estaba siguiendo a su objetivo, estaba bastante decidido a hacer su trabajo de manera silenciosa y profesional, pero la felina lo acompañaba y lo distraía con su conversación constante. Él giró la cabeza y la miró fijamente, su expresión era muy severa e inexpresiva.

- "¿Qué deseas?" Habló con voz monótona. Su mirada verde oliva la examinó.

- "¿Quieres ir por un helado?" Ofreció la felina, ansiosa esperando que Heller aceptará.

- "No." Mordecai no estaba de humor para helado, estaba buscando terminar este contrato. Continuó caminando por la calle, manteniendo la cabeza hacia adelante.

Las orejas de la felina bajaron al ser simplemente rechazada.

- "Pero..." La felina intentó hablar pero cuando Heller pudo los ojos en blanco, ella decidió permanecer con las palabras en la boca.

- "No. Ahora cállate." Mordecai habló con voz fría y monótona una vez más, sin permitirle a la felina ningún espacio para discutir. Pasaron por la heladería y él continuó siguiendo a su objetivo.

Las orejas de ella se bajaron aún más con tristeza, sintió como Mordecai apretaba el agarré en su mano y la llevaba para que se apurara.

Mordecai estaba un poco molesto por cómo ella lo estaba frenando. Agarró su mano con más fuerza y aceleró el paso. - "Apresúrate."

La felina obedeció y se detuvo al ver unas bellas rosas. Ella anhelaba que Heller le regalará alguna por primera vez, desde que estaban juntos él nunca le había dado ninguna.

Mordecai ignoró las flores frente a él, estaba concentrado en encontrar su objetivo. T/N lo estaba frenando y poniéndolo impaciente. Él agarró su mano con más fuerza y tiró de ella un poco más fuerte.

- "Más rápido." Ordenó con firmeza mientras apretaba cada vez más fuerte la muñeca de ella sin darse cuenta.

- "M-mordecai..." Intentó llamarlo para decirle que la estaba lastimando.

Mordecai permaneció en silencio mientras agarraba con más fuerza la mano de ella y continuaba arrastrándola más rápido hacia su objetivo. Estaba empezando a enojarse ahora, quería concentrarse en el trabajo. Estos retrasos fueron muy perjudiciales para sus planes.

- "Mordecai..." Volvió a intentar llamar a Heller, él estaba empezando a irritarse y muy pronto explotaría.
Simplemente la ignoró y tratato mantener la calma inútilmente. Hasta que...

- "Mordecai." Eso fue todo, la gota que derramó el vaso y acabó con la paciencia de Heller.

Mordecai dejó de arrastrar a su esposa y se volvió hacia ella, su expresión estaba llena de ira. - "¡¿Qué?!" Gruñó mientras enseñaba sus colmillos.

La felina al verlo así, bajo las orejas con miedo.

- "¡¿Qué deseas?!" Mordecai le espetó a la felina, estaba enojado y molesto con ella por entretenerlo y hacerlo perder el tiempo. Quería encontrar su objetivo y eliminarlo, no deambular con ella por allí.

La felina frunció ligeramente el entrecejo y le dio una bofetada.

- "¡AY!" El rostro de Mordecai se puso extremadamente rojo de rabia. Quería devolverle el golpe, pero logró contenerse. Se dio la vuelta y se fue furioso, arrastrando a la felina todavía de la mano. Él todavía estaba muy molesto con ella, se ocupará de ella una vez que finalice este contrato.

- "¡Eres un idiota!" Siseó molesta.

- "¡No me hables de esa manera!"
Mordecai gritó y salió corriendo calle abajo. Siguió arrastrando a la felina con él, sus palabras se le metían bajo la piel y le hacían mucho más difícil concentrarse en el contrato. Esto no está bien.

- "¡Suéltame!" Ordenó la hembra con enfado, en respuesta Heller negó con la cabeza.

- "¡NO!" La ira de Mordecai estaba empezando a desbordarse mientras continuaba arrastrando a ella, ahora moviéndose aún más rápido por la calle.

La felina desesperada en un intento de que Heller dejará de sostenerla, ella lo empujó con una patada al suelo.

- "¡AH!" Mordecai fue arrojado hacia adelante por la felina, ahora estaba incluso más enojado que antes. - "¡¡No puedes tirarme sólo porque estás molesta!!" Finalmente se detuvo, su expresión todavía muy severa mientras sus orejas apuntaban hacia arriba y se giraban hacia ella. - "Ahora mueve tu trasero, no tengo todo el día..." Ordenó con firmeza, él no quería ser grosero pero la felina no le estaba ayudando.

Ella al oírlo decir tal cosa, se alejó de él y comenzó a correr.

- "¡Detente!" Mordecai gruñó con frustración, corrió detrás de ella y la alcanzó en un instante. La agarró por el hombro y la obligó a darse la vuelta. - "¡¿A dónde crees que vas?!" Rugió con furia.

- ¡Eres el peor!" La felina volteó a verlo con molestía.

- "¡ESTOY HACIENDO MI TRABAJO!" Aquellas palabras la tomaron por sorpresa, ¿A él lo único que solamente le importaba era su trabajo?
Por alguna razón, ella volvió a sentirse decepcionada. En ese momento ella descubrió que él le había mentido, solo se estaba aprovechando de su compañía.

Mordecai continuó agarrando con fuerza a la felina de pelaje grisáceo por el hombro y la miró enojado con sus ojos verdes y su rostro inexpresivo. - "Voy a encontrar a la persona que necesito eliminar y tú me ayudarás a hacerlo. ¿Entiendes...?"

La felina al principio no respondió, dejando una tensión en el ambiente por tres segundos.
Luego tomó coraje y habló.

- "¿Trabajo? ¿Eso es lo único que te importa? ¿Qué hay de mí?" Sus ojos celestes lo penetraron con culpabilidad.

- "Tus sentimientos no son importantes en este momento. Tengo trabajo que hacer." Mordecai estaba siendo brutalmente honesto desde el principio, estaba tratando de dejar claro que su trabajo es más importante que cualquier otra cosa en este momento.

Las palabras de Heller hirieron a la felina y ella ni siquiera intento ocultarlo.

Ella jaló su mano, liberándose del agarré brusco de Heller. - "Entonces, encárgate de tu trabajo solo." Mencionó desafiante.

T/N no estaba ayudando con esta situación...

Heller gruñó al verla ponerse en esa postura.
- "Bien. Te dejo aquí, no necesito tu ayuda". Mordecai puso los ojos en blanco y giró en la otra dirección, intentando dejar atrás a la felina. No la necesitaba en este momento, lo haría todo él mismo, tal como le gustaba trabajar.

Pero Mordecai tampoco ayudaba...

Para él, ella no era nada más que un ser insignificante...

¿Quizás ella no debía darle importancia?

Violentrometro (A Mi Manera), Mordecai Heller x tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora