☀️30 ᴅÍᴀꜱ ᴇɴ ᴘᴀʀᴇᴊᴀ (ɪᴍᴘᴇʀɪᴏ ʙʀᴀꜱɪʟᴇÑᴏ x ɢʀᴀɴ ᴄᴏʟᴏᴍʙɪᴀ)☀️

☀️ ᴄᴏᴄɪɴᴀʀ/ ʜᴏʀɴᴇᴀʀ ☀️

Gran Colombia tocó la puerta de su novio, esperando pacientemente a que este le abriera, sostenía con fuerza la bolsa donde traía las barras de chocolate, que fue lo único que pidió el Imperio.

Y es que había aceptado pasar la tarde de su sábado haciendo pastelitos, no es como si fuera el mejor horneando pero eso hacía feliz a su novio así que bueno, una vez al año no hace daño.

Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando abrieron la puerta, siendo recibido por la cálida mirada azulada de su novio, que lo invitó a pasar con tranquilidad.

-¿Trajiste lo que te pedí, mi corazón?-Le habló con dulzura el castaño mientras ambos caminaban a la espaciosa cocina que poseía el castaño y pues a ver... ¿Se puede esperar menos de un repostero profesional? obviamente no.

-Si, Chocolate dulce y amargo.- Dejó la bolsa en el mesón de mármol y aprovechó para ver el espacio en donde iban a trabajar, el ventanal de la cocina les brindaba mucha luz natural y eso le encantaba.- Solo espero no hacer una embarrada como la última vez.

El más alto soltó una carcajada estruendosa que hizo que el rubio rodara los ojos con vergüenza, el brasielño solo se acercó a él y le puso el delantal, amarrando el nudo en su cintura.

-É que não entendo (Es que de verdad) ¿como le vas a poner sal en lugar de azúcar?- El rubio se cruzó de brazos y camino a la nevera para comenzar a sacar los huevos y la leche.

-En mi defensa los envases estaban muy cerca y ni siquiera tenían el nombre para diferenciarlos.

-Pero uno prueba las cosas antes de usarlas, corazón.-Le revolvió el pelo con cariño.- Aunque para tu buena suerte ya le puse pegatinas con su nombre a los envases así que estas fuera de peligro.

El de rizos observó como el mayor abría la gavetas de la cocina para sacar los moldes de los pasteles, las brochas para engrasar.

-Eso es bueno de oír.- Se giró recibiendo los moldes de los panecillos que iban a hacer.-Pero comencemos no? me muero de hambre.

-Bien, pues hagamos esos bolos.-Se lavó las manos y cortaba la bolsa de harina virtiendola en el bowl mientras que el más bajo se dedicaba a mirar con preocupación pues realmente era un fracaso en esto.

-Eh p-por dónde empezamos?¿En que te ayudo?-Se hizo al lado del imperio, viendo atentamente como le agregaba unas gotas de vainillas en la mezcla.

-Mira Grandie, el secreto de unos buenos bolos es la masa, así que presta atención.

⟨⟨⟨ 30 minutos después... ⟩⟩⟩

-Entonces yo le dije a segundo que dejara de ser tan tonto y enfrentara al otro tonto.-Habló mientras se subía al mesón, olvidando completamente que le estaba ayudando a Imperio.

-Espera, me perdi... ¿quien es el otro tonto?

-El austriaco, Imsil, su novio.-Le recordó algo impaciente al ver que el brasileño no captaba rápido lo que le estaba contando.

-Ah okey.-Volvió a fijar su ojos en la mezcla de chocolate y coco que tenía.- ¿Pero entonces qué tienen que ver los hermanos de Austria?

-Pues que a ellos no les cae bien Segundo, porque es muy extrovertido y les abruma.

-No puede ser... eso es estupido.

-Lo sé, no soportaron que mi amigo brille más que ellos.- Se relamió los labios cuando el dulce aroma de los postres llegó a sus fosas nasales.

-Total, aunque también debes tener en cuenta que no a todos les gustan las personas así y es totalmente válido.

-Bueno, pues en eso tienes razón Imsil.- Contestó mientras se robaba un pedacito de coco que el imperio había rallado y caramelizado anteriormente para agregarlo a la decoración que él también había hecho.

-Oye, meu céu.-Llamó al colombiano que estaba arrasando con los pedacitos de coco y chocolate.

-¿Mmm?-Respondió con la boca llena de chocolate y coco.

-¿No que ibas a ayudarme?- Levantó una ceja divertido mientras veía su novio que abrió los ojos avergonzado.-Solo te has comido todo lo que he hecho, mi amor.

-Ehhh... En primer lugar, yo soy el que hace las pruebas de calidad.

-Ah si?-Se acercó al menor acorralando al rubio que sonrió terminando de comerse aquel chocolate que tenía en la mano y después acarició los hombros de su pareja.

-Además no se si sabes imsil, pero es una regla universal que mientras uno cocina el otro se la pasa hablando.-Le dio un corto beso en los labios separándose del más alto.

-Si pero conociéndote bien te vas a empalagar y aparte despues te da dolor de barriga y ni creas que te voy a acompañar al medico porque te lo estoy advirtiendo.

-Ay ya, no te enojes.-Agarró el bowl que tenía el imperio para batirlo.-Mira, ya te estoy ayudando.

El de ojos azules solo soltó una risa nasal, de verdad que ya ni sabía para que invita al colombiano a cocinar juntos si lo terminaría haciendo todo él.

Más bien la próxima le dirá que le venga a hacer compañía mientras cocina.

Buenas, he vuelto :)

¿Como han estado? Espero que bien.
Aqui les dejo otro capítulo de las historia.

Espero que les haya gustado y les deseo una linda mañana, tarde o noche.

Nos vemos ☀️