☀️30 ᴅÍᴀꜱ ᴇɴ ᴘᴀʀᴇᴊᴀ (ɪᴍᴘᴇʀɪᴏ ʙʀᴀꜱɪʟᴇÑᴏ x ɢʀᴀɴ ᴄᴏʟᴏᴍʙɪᴀ)☀️

☀️ ʜᴀᴄɪᴇɴᴅᴏ ᴀʟɢᴏ ᴅᴜʟᴄᴇ ☀️

Cuatro y media de la tarde, los rayos del atardecer se colaban por los grandes ventanales de la oficina de imperio brasileño, quien estaba confinado respondiendo correos e informes desde las seis de la mañana sin ni siquiera haberse tomado ningún descanso.

Solo podía pensar en terminar y largase de ese lugar lo más rápido posible.

-Ah,meu Deus.-El de cabello castaño se masajeo el entrecejo estresado apenas escuchó la puerta abriéndose, rodó los ojos con fastidio al ver que su secretario había irrumpido en su oficina pasándose por alto la regala que le había establecido.-Cuántas veces te he dicho que toques la puerta antes de entrar, São Paulo.

-Lo siento, aunque creo que usted me dijo que yo podía entrar a la hora que quisiese.-Imperio de inmediato levantó la cabeza e inevitable se formó una sonrisa en su rostro al ver de quien se trataba, el de rizos imitó esa acción de una forma más sutil mientras se adentraba aún más a la oficina.-Sorpresa, mi amor.

-Meu céu ¿Que haces aqui?- Como si fuera un resorte se levantó de la silla y no dudo ni un minuto en ir hasta el rubio envolviéndolo con sus brazos sintiendo como si el alma le volviera al cuerpo por tener nuevamente a su amado cerca.

El colombiano por su parte aspiró el fuerte olor a colonia de los ropajes ajenos, hundiéndose en el pecho del castaño, lo había extrañado demasiado.

-Ya me hacía falta estar contigo...-Hablo el hispano que se separó un poco levantando sus ojos para admirar aquellos orbes zafiros que tanto le encantaban.-No pensé que tu estancia en la empresa se fuera a prolongar tanto.

-Tampoco lo tenía planeado.-Acunó el rostro del colombiano, acariciando con sus pulgares las suaves mejillas rojizas de su pareja.-Estaba pensando muy seriamente largarme de esta mierda, pero mi padre me mataría si llego a dejar su adorada empresa con el trabajo a la mitad.

-Lo bueno es que ya me tienes aquí.-Sonrió ampliamente.- Te acompañaré el tiempo que sea necesario.

El imperio soltó una pequeña risa nasal acercándose para unir sus labios en un beso dulce y romántico que los derritió a ambos y apenas terminó el colombiano suspiró con pesadez.

-Bueno, iré al departamento para instalarme, sirve de que te dejo trabajar y ¡OIGA!-Solo alcanzó a enredar sus brazos en el cuello del de habla portuguesa lo cargó de forma nupcial y caminó con él hasta el sillón de la pequeña sala que había en la espaciosa oficina.

-¡Me haces cosquillas Imperio!- Dijo entre carcajadas sentado en el regazo de su esposo, el cual no paraba de besarle el cuello. Teniendo en su rostro un lindo sonrojo, hace meses no habían tenido una interacción así.

-Mí amor, lo lamento mucho. Te he descuidado por éstos meses.- Sonrió apenado, su pareja le miró de forma tierna y comprensiva.

-Ay Imperio, no me has descuidado. Comprendo que el trabajo te tiene estresado y algo ocupadito.- Le sobó la mejillas con delicadeza, en una caricia sutil.

- Igualmente voy a compensar los meses que no te di amor.- Le beso los labios de forma fugaz, el colombiano sonrió levemente.

- Querido, no es necesario que me llenes de atenciones y regalos para saber que me amas, ya lo tengo presente, cielo.

- Lo se, pero a mí sí me gusta darte muchos regalos para que sepas cuánto me importas, corazón.- Lo apegó más a él sosteniendo las piernas y la cintura, estando así atacó a besitos todo el rostro de ese bello doncel que lo tenía comiendo de la palma de su mano.

-¿Si sabes que me tienes a tus pies no?-Le beso la mejilla con amor, y el menor solo soltó una risita sin saber que responder ante eso.

¡Hola! ¿como están? Aquí les dejo otro capítulo de esta historia.

Espero que les haya gustado y muchas gracias por leer.

No siendo más, les deseo una linda mañana, tarde o noche.☀️