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DATOS
-Imperio y Gran Colombia se fueron de viaje aún observatorio astronómico.
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Un Imperio despegó la vista de su libro al escuchar el grito de frustración del pequeño chico de rizos dorados, levantó una ceja al verlo acomodar de nuevo lente del porta ocular, negó con la cabeza yendo hacia el.
-Esta bien, cálmate un poco, Gran.-Susurró el brasileño mientras daba algunos masajes en los delgados hombros del colombiano quien exhalo con fuerza dejándose caer sobre la silla sintiéndose cansado y agobiado, ¡¿por qué carajos es tan difícil ver una maldita estrella?!
-Es que no entiendo, ni modo que se haya movido de lugar, ¡si no más antes de ayer la vi por el telescopio!-Le contestó mientras se levantaba de la silla para mirar el cielo desde el enorme ventanal en el techo de aquel hermoso observatorio.- Justamente cuando quiero sacarle una foto se tiene que desaparecer.
-O simplemente tu estas muy cansado y por eso no la encuentras, solo dormiste como dos horas, y ni siquiera quisiste comer.- Soltó una pequeña risa mientras se posiciona al lado de su compañero que miraba perdido todo el cielo nocturno.- Tu cuerpo está agotado, meu céu (Mi cielo).
-No lo entiendes Imperio, esto es muy importante para mi, y-Sus palabras se vieron interrumpidas por los labios del portugués reposando sobre los suyos en un tacto gentil y dulce que fue suficiente para calmarlo.
El más bajo suspiró cuando se separó de aquel pequeño beso, solo se abrazó al portugués escondiéndose entre su pecho, después de todo no había sido una mala idea traerlo a su pequeña "expedición".
-Según el panel en tu computadora hoy a las 23 horas habrá un avistamiento de auroras boreales.- Informó el brasileño mientras enredaba sus dedos en los rizos de su pareja que levantó la mirada, viéndose realmente tierno a los ojos del castaño.
-¿E-enserio?-El más alto hizo un pequeño ruidito de afirmación y con su pulgar acarició la mejilla del rubio.
-Ya se que no es la primera vez que las vas a ver pero podría servir para que te relajes un poco.
-Es una buena idea-Contestó con una pequeña sonrisa que alegró al brasileño.
-¿Entonces qué esperamos?
Ambos salieron de aquel enorme observatorio y caminaron algunos metros, adentrándose en la grandeza del paisaje invernal, donde encontraron un lago helado que se extendía hasta donde alcanza la vista. Sus aguas estaban inmóviles, atrapadas bajo una gruesa capa de hielo que refleja la luz de la luna.
En el centro del lago, nuestros protagonistas se destacan contra el hielo brillante. Ambos envueltos en abrigos gruesos y bufandas que les cubrían hasta las narices. Gran Colombia, con una taza de chocolate caliente entre las manos, se sentó en una manta extendida sobre el hielo, que el imperio había llevado para gozar mejor del espectáculo y entre el agradable silencio el castaño de ojos azules decidió interrumpir.
-Se supone que debía comenzar hace media hora... Tal vez el pronóstico se equivocó.- El colombiano soltó unas risitas burlonas hacia su pareja, el brasileño a veces podía llegar a ser muy ansioso.
-Oh vamos, imsil, para estas cosas hay que te-Se calló repentinamente y señaló al cielo.-Mire señor impaciencia, el cielo empieza a manifestarse... al parecer escucharon tus quejas.
Ambos miraron al cielo con asombro. Las primeras señales de las auroras boreales comenzaron a aparecer: débiles destellos verdes que lentamente se intensifican. Pronto, el cielo nocturno se transformaría en un teatro de luces. Cortinas de verde, rosa y morado ondulan y se entrelazan como si se tratara de una hermosa danza y más aún que las luces se reflejaban en la superficie helada del lago, duplicando la maravilla.
Ambos se quedaron perdidos en el espectáculo. El rubio siendo quien más disfrutaba del momento murmuró unas sutiles palabras de asombro mientras el castaño, en silencio, simplemente respiró profundamente, intentando grabar el momento en su memoria. El asombró entre ambos era notable, estaban compartiendo un momento que muy pocos tenían el privilegio de apreciar.
Pero en eso nuestro amigo portugués desvía un poco sus ojos de las majestuosas luces para mirar a alguien más, su querido hispano, con sus ojos llenos de brillo, su labios curvados hacia arriba y sus mejillas sonrosadas en una clara muestra del asombro y admiración.
El tiempo parecía detenerse. Aunque las auroras bailaban rápidamente, para Gran Colombia, cada segundo era eterno, cada color era más brillante, y cada movimiento de luz era un recordatorio de la maravilla del universo.
Su atención se vio interrumpida cuando sintió la mano de su pareja posarse sobre la suya, acariciando con suavidad sus nudillos enguantados, sus ojos se encontraron con los hermosos zafiros del brasileño y su sonrisa se amplió entrelazando sus dedos.
- Você não muda nada (No cambias en nada)-Susurró acercándose al menor, con su brazo izquierdo le rodeó los hombros apegándose a su cuerpo compartiendo un agradable calor que les encantaba.
- ¿De qué hablas?-Le preguntó mientras volvía a desviar sus ojos con la intención de mirar al cielo pero el brasileño tomó su mentón obligándola a verlo.
-A pesar de llevar tantos años estudiando las estrellas y vagando entre el mundo nocturno, se me hace realmente adorable como te emocionas tanto por un evento tan simple como este.
-Es que esto es sorprendente, la majestuosidad de la astronomía jamás dejará de sorprenderme.- El brasileño soltó una pequeña risa nasal.
-Hablas con tanta pasión...- Pasó sus dedos por los pómulos del colombiano que se recostó sobre la palma de su mano.- Me recuerda al día que diste la exposición sobre nebulosas.
-El día que nos conocimos.-Repitió en un tenue susurro.-Hasta la fecha no logro entender qué hacías en una exposición astronómica si no eres tan fanático de esto como yo.
-Estaba aburrido...- Y el colombiano se carcajeó.-Pero cuánto me alegro de haber ido.
No fueron necesarias más palabras, el colombiano unió sus labios en un beso lento, un tacto suave y sincero que se sintió como una caricia al corazón por lo felices de tener a una persona especial a su lado.
Finalmente, después de horas que parecieron minutos, las luces empiezan a desvanecerse. Las dos figuras se levantaron lentamente, empacaron sus cosas y se dirigieron hacia la orilla, con el corazón lleno y el alma renovada por la belleza que acaban de presenciar.
¡Hola chic@s! ¿cómo están?, espero que muy bien, como siempre espero que les haya gustado este capítulo.
Como pregunta les dejo ¿En qué mes nacieron? Yo en diciembre.
Bueno, como sea, les deseo una linda mañana tarde o noche. ☀️☀️☀️
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☀️30 ᴅÍᴀꜱ ᴇɴ ᴘᴀʀᴇᴊᴀ (ɪᴍᴘᴇʀɪᴏ ʙʀᴀꜱɪʟᴇÑᴏ x ɢʀᴀɴ ᴄᴏʟᴏᴍʙɪᴀ)☀️
Hayran KurguUna historia de esta linda parejita que merece más amor y reconocimiento.