- En algunas ocasiones los personajes se van a referir a Gran Colombia como mamá, puesto que es doncel y en este AU normal que a los donceles se les llamé así.
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Imperio brasileño suspiro rendido recostandose sobre la silla de su escritorio, levantó la vista para mirar el reloj de su gran oficina y se dio cuenta que ya casi serían las 4 de la tarde, abrió los ojos sorprendido y se levantó de la silla sin ninguna prisa.
Caminó por los amplios pasillos de su hogar hasta dar en una habitación en específico, la cual tenía una puerta blanca con muchos dibujitos a crayola y cinco manos en pintura a diferentes colores, sonrió viendo aquella puerta y posó su mano sobre una en específico, suspirando triste ante eso.
Agh acalme-se, Império. Você não quer que seus filhos também fiquem tristes ou não? (agh calmate, Imperio. no quieres que tus hijos también se pongan tristes o no?)
Se regañó a sí mismo el brasileño mientras se arreglaba un poco sus desordenados cabellos.
-¿Ya terminaron mis bebés?-Hablo con cariño imperio brasileño entrando al cuarto de dibujo de sus hijos mientras sonreía, de inmediato tres pequeños fueron directo a él para abrazarme las piernas.
-Papi, ya terminamos de dibujar.- Dijo alegre una pequeña ecuatoriana quien estaba más que emocionada.
- ¡A mami le van a encantar los dibujos que hicimos! - Complemento Colombia imaginando la cara de sorpresa que pondría su madre cuando le mostrará los dibujos.
-Además nuestro hermanito Brasil nos ayudó.- Señaló al brasileño el pequeño Venezuela que también quería darle crédito a su hermano quien estaba sentando en la pequeña mesita donde sus hermanos lo obligaron a estar.
-Muy bien niños, estoy completamente seguro que sus dibujos son los más hermosos de todo el mundo, así que díganle a su hermanito que los ayude a meterlos en sus mochilitas porque ya iremos a donde mami ¿entendido mis amores?
-¡Si papi!- Contestaron los trillizos de cuatro años al unísono.
El brasileño solo se arrodillo y les dio un beso en la frente a cada uno y después se levantó mirando al joven de 13 años.
- Por favor bajen en menos de 10 minutos, sabes que el tiempo de visita es muy corto y necesitamos estar puntuales.- Hablo serio a su primogénito a lo que el joven asintió respondiendo de igual forma.
-Sim señor.
Imperio brasileño salió de la habitación y se dirigió a la suya para cambiarse de ropa, y mientras hacía eso busco con su mirada una pequeña caja, le llevaría un regalo a su amado esposo, como de costumbre en cada visita le llevaba un pequeño detalle.
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