Diez y media de la noche, y nos situamos en la casa Colombo-Brasileña, en donde solo residían dos individuos en ese momento, Uno de ellos se encontraba en la ducha tratando de quitar las malas energías del día pesado que tuvo y el otro preparándose para dormir.
-Lo que necesitaba para superar este día de mierda.- Hablo el imperio que salía de la ducha fresco y relajado, el hispano soltó una risita mientras seguía arreglándose frente al tocador.
-¿En serio fue tan malo?-Preguntó mientras aplicaba un poco de crema hidratante en su rostro.-Usualmente te quejas de que tu día es una mierda pero hoy lo has hecho más.
-Es que, esos bastardos no saben hacer ni lo más simple.-Contesto mientras se sentaba en la cama.- El practicante hizo más que los supuestos profesionales con años de experiencia.
El rubio solo lo miro a través del espejo, contemplando el ceño fruncido de su esposo que sacudía las sábanas para preparar la cama antes de dormir.
-Se supone que el proyecto debíamos entregarlo a las tres de la tarde y lo terminamos a las ocho.
-Ay mi amor, pero tú le caes bien al encargado, estoy seguro que no te pondrá problemas.- Le habló con voz compasiva y se levantó del tocador para meterse entre las sábanas de la cama matrimonial con el brasileño.
-De igual forma, sabes que odio el retraso y quedar mal.-Suspiro agotado y se estiró un poco para agarrar su libro.-Por cierto ¿A donde iban los niños?
-A una fiesta en la casa de Centro, Guate está de cumpleaños.-Le explico mientras encendía su teléfono.
-Bueno, solo espero no tener que irlos a buscar a las tres de la mañana borrachos.
-Ay imsil, ellos son niños buenos, de qué hablas.- Rodó los ojos divertidos mientras recordaba que la última el de ojos zafiros llegó con la camisa vomitada por Colombia.
-¿Debo recordarte de quien son hijos?-Le miro con una ceja levantada a lo que el menor respondió sin mucho interés.
- Que dramático, Además nadan con Venezuela y Panamá... sabes que sacaron tu carácter así que no te preocupes.
-Eso espero.
-Si- Después de eso se quedaron en un silencio sepulcral, el Imperio se adentró en su lectura y sin darse cuenta pasaron los minutos, soltó una breve carcajada ante lo que leía asi que dispuesto a contárselo a su pareja paró su lectura y estuvo dispuesto a hablar de no ser por los leves ronquidos de su pareja.
Se quedó viéndolo un rato, disociando mientras muchas cosas pasaron por su mente y aquellos pensaientos se centraron en aquel doncel que es su esposo.
Pensaba en como se conocieron, las citas por las que pasaron, discusiones por celoso cosas sin sentido, por su inmadurez y que al final a pesar de todo lograron formar una familia estable.
Una calidez se formó en su pecho y se enfocó en él, no podía explicar todo lo que estaba sintiendo en ese momento, su esposo estaba prácticamente en su estado más vulnerable... Era un deleite verlo tan tranquilo.
Su cabello estaba suelto, aquellos rizos dorados tan brillantes como el oro
enredados entre las almohadas, sus mejillas rosadas y sus labios rojizos se veían tan apetitosos y dulces, tenía tantas ganas de probarlos en ese momento.
Casi como si su cuerpo actuara por sí solo, sus dedos se deslizaron suavemente por el rostro del rubio, acariciando con dulzura cada parte de su piel tan suave como el terciopelo, delicado y de mejillas coloradas.
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☀️30 ᴅÍᴀꜱ ᴇɴ ᴘᴀʀᴇᴊᴀ (ɪᴍᴘᴇʀɪᴏ ʙʀᴀꜱɪʟᴇÑᴏ x ɢʀᴀɴ ᴄᴏʟᴏᴍʙɪᴀ)☀️
FanficUna historia de esta linda parejita que merece más amor y reconocimiento.